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Todo empezó en 1978, cuando 15 locos se lanzaron a disputar el primer triatlón Ironman de la historia en Hawái. 37 años después, miles de personas han conseguido completar lo que para muchos no será más que un sueño inalcanzable. Cuatro décadas de leyenda de la franquicia más potente del mundo del triatlón que no para de crecer a pasos agigantados.

Durante el acto de premiación del Waikiki Swim Club, John Collins, un oficial naval establecido en Hawái, y su esposa Judy, pensaron en la estrambótica idea de combinar tres especialidades duras como la natación, la bicicleta y la carrera a pie en una sola prueba. El sábado 18 de febrero de 1978, 15 competidores, entre los cuales se encontraba el propio Collins, se encontraron en Waikiki para disputar el primer IRONMAN de la historia, que enfrentaba a los primeros hombres de hierro.

El vencedor, Gordon Haller, fue el primero de la historia en completar una prueba de esta distancia. 2.4 millas de natación, 112 de ciclismo y 26.2 de carrera a pie. O lo que es lo mismo: 3,8 kilómetros en el agua, 180 sobre la bicicleta y 42 sobre el asfalto.

Luces, cámara, acción. Ya en la década de los 80, los Collins otorgan a la prestigiosa cadena de televisión estadounidense ABC el permiso para filmar el evento, dando un reconocimiento mediático notorio a Ironman. Las cámaras no tardaron demasiado, concretamente dos años, en hacerles llegar a los aficionados una de las imágenes más espectaculares de la historia de la prueba. Julie Moss, una estudiante universitaria de 23 años, se derrumbó a pocos metros de la línea de llegada del Campeonato del Mundo Ironman en Hawái. A rastras, Moss consiguió terminar la carrera y convertirse en emblema de estrellas como Mark Allen, ganador 6 veces del Campeonato del Mundo y que acabaría siendo su esposo.

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Evolucionando y creciendo a pasos agigantados, Ironman introdujo una novedad importante a finales de los 90 (1997), con el reconocimiento de los triatletas con limitaciones físicas. El australiano John MacLean se convierte en el primero que finaliza el Campeonato del Mundo en una silla adaptada. A día de hoy, muchos triatletas han terminado un Ironman pese a tener alguna discapacidad física, haciendo emblema de la frase Anything is Possible.

A lo largo de estas cuatro décadas, miles de personas de todo el mundo han podido cumplir un sueño, el de terminar una prueba realmente muy exigente física y mentalmente. De los 15 valientes que se dieron cita en el Campeonato del Mundo Ironman de 1978 a los 2.000 que actualmente corren en Hawái cada año. Una metamorfosis que ha impulsado la franquicia norteamericana hasta lo más alto del triatlón y que cada vez suma más pruebas repartidas por todo el planeta.

Una prueba que, además de su vertiente popular, también ha permitido ver a los mejores triatletas de la historia. Paula Newby-Fraser, con 8 victorias en Hawái, lidera un ranking donde se encuentran leyendas como Dave Scott, Mark Allen, Natascha Badmann, Craig Alexander y Mirinda Carfrae, estos dos últimos aún en activo.

Una locura, que ha traspasado fronteras, que ha dejado huella en el triatlón y que marca el pasado, el presente y el futuro de este deporte.

 “Puedes abandonar si quieres, a nadie le importará. Pero tú lo sabrás el resto de tu vida” – John Collins.

Foto: Ironman

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