Os dejamos con estos 7 consejos para mejorar la alimentación en estos días de cuarentena, en los que tendemos a incorporar paulatinamente alimentos con baja carga nutricional

1. El agua, bebida fundamental


Si en condiciones normales el agua debe de ser la bebida esencial en cuarentena todavía más. Es una bebida que no aporta calorías, totalmente básica para realizar funciones vitales como la regulación de la temperatura corporal, las funciones cerebrales o la eliminación de los productos de desecho del cuerpo. Se recomienda no beber menos de 2 litros diarios, más en condiciones de excesiva sudoración como las sesiones de rodillo, mayor temperatura ambiental, etc.

2. Hidratos de carbono, principal fuente de energía


Durante la digestión los hidratos de carbono van dividiéndose hasta que se transforman en glucosa, que es aprovechada como fuente de energía por nuestro cuerpo. El cerebro precisa de un suministro constante, ya que según estudios científicos utiliza de media unos 140 g de glucosa al día, por eso las dietas pobres en HC son poca recomendadas, eso sí, resulta fundamental no pasarse con su consumo y controlar el  Índice Glucémico (IG), que mide la capacidad de los HC de los alimentos para convertirse en glucosa sanguínea.

3. No todas las grasas son malas


Normalmente, las grasas son demonizabas en el ámbito de la nutrición y la alimentación, pero cabe recordar que su consumo es absolutamente necesario para las funciones metabólicas vitales. El equilibrio en su consumo puede ser la clave, no se recomienda que superen el 30% del aporte energético total, con un reparto aproximado del 10% para las grasas saturadas, 10% para las pollinsaturadas y 15% para las monoinsaturadas.

4. Las frutas y verduras, el mejor snack


Las frutas y verduras son dos de los grandes aliados contra las enfermedades cardiovasculares, además en nuestra situación actual de cuarentena deberíamos aumentar su consumo como medida de control de peso, siendo alimentos muy recomendables para tomar entre comidas. Además, suelen contener una fuente importante de fibra, que contribuye en la disminución de la tasa de colesterol.

6. Incorpora o mantén en la dieta alimentos con gran carga nutricional


Hay alimentos con altos valores nutricionales, que más ahora si cabe, deben de tener un espacio en nuestra alimentación diaria. Hablamos por ejemplo de la avena,  aceite de oliva, aguacates, miel,  ajos, cebolla… No dejes de pasar por este artículo donde te lo contamos todo con mucho más detalle.

7. Bebidas sí, pero con moderación


Nos referimos a las clásicas bebidas estimulantes, su consumo ha estado históricamente en entredicho por ser contraproducentes para la salud, no obstante, el consumo moderado y controlado ha demostrado evidencia científica acerca de los beneficios para el ser humano. El café, por ejemplo, es fuente de flavonoides antioxidantes y compuestos fitoquímicos beneficiosos incluso a nivel cardiovascular, y el té verde tiene efecto neuroprotector, diurético, broncodilatador y disminuye los niveles de colesterol. La miel puede ser el edulcorante perfecto para estas bebidas.