Se trata de los bujes Scope Atmoz un coste de 4.000 euros que cambia la presión de las neumáticos para tener más agarre en adoquines o asfalto
Como siempre, antes de un gran evento dónde se va a probar nueva tecnología, la UCI emite un veredicto sobre la validez de este. Sorprendentemente en este caso, el órgano más importante del ciclismo, ha decidido darle un poco más de juego a una Clásica, permitiendo el cambio de presiones en plena carrera.
En el caso de la Paris-Roubaix, por ejemplo reciente, y sus más de 50km de pavé que acostumbra a tener el Infierno del Norte, son siempre el punto más crítico para decidir qué presiones montar en la línea de salida. ¿Se compromete velocidad en asfalto para luego tener más agarre en el pavé? ¿Se baja aún más la presión si llueve, y se aumenta así el riesgo de pinchazo? Sea cuál sea la decisión, el azar, la intuición y la experiencia son claves en esta bonita carrera.
Y para darle una vuelta de tuerca, algunos equipos pretenden montar unos bujos de la marca Scope Cycling para aprovechar al máximo los 257km de recorrido que separan Compiegne del Velódromo
Aún así, los bujes no podrán usarse al 100% como los fabricó Scope, ya que estos deberán de ser mecánicos (no electrónicos) aunque su mecanismo de acción no podrá tener partes móviles. Asimismo, al no permitirse elementos electrónicos, tampoco se podrán emplear compresores para hinchar las ruedas a mayor velocidad. Y como es obvio, la estructura y geometría de la bici no podrá verse alterada en ningún sitio.
El funcionamiento de dichos bujes es el siguiente: Se conecta un circuito a la válvula de los tubulares y esta permite hinchar o deshinchar las ruedas según la sección en la que el ciclista pedalee.
¿Veremos a MVDP y Van Aert disputándose el triunfo con un ‘bicho’ de estos, escondido en la rueda? De momento, solo el DSM Team ha anunciado que correrá con este gadget.