El entrenador de Gómez Noya y Pablo Dapena ha vencido en Malaysia con 8:50:12 regresando 4 años después de su récord GGEE en Kona
Predicar con el ejemplo es el mejor de los refranes cuando se refiere a la relación entrenador-pupilo. Un entrenador que vive el deporte en sus propias carnes siempre tendrá una perspectiva y una capacidad de adaptabilidad mayor que uno que ya tiene olvidado lo que es subir de 120 pulsaciones. Algo que sabe muy bien el neozelandés Dan Plews, que hoy corría en casa para reencontrarse con la distancia de hierro. Y que bien que ha saldado las cuentas.
Inspirado seguramente por la tremenda actuación de Chelsea Sodaro (otra discípula del EnduraIQ, su grupo de entrenamiento) Plews se propuso hace 8 semanas estar en la línea de salida de otro IRONMAN, después de que en su última participación firmase un brutal 8:24:36, que le valió un récord histórico de los grupos de edad en Hawaii. Aquel día nadó en 54:47, pedaleó durante 4:32:56 y corrió en 2:50:56. La 4ª mejor maratón de todo el mundial (PRO incluidos) y lo colocó como el 22 de la general. 9 minutos más lento que un debutante Noya que entraba en meta en un agridulce 11º puesto. Un puesto que seguro mejorará con la última gesta de su entrenador.
Victoria ‘a ciegas’
Plews se ha llevado el triunfo en Taupo pocas semanas después de cumplir los 40 años, y lo ha hecho de manera ortodoxa a su meticuloso plan. Todo ello, después de que su reloj se estropease y por lo tanto, no tuviera datos de potencia en la bici ni ritmos a pie. Un ejercicio de control de sensaciones para un entrenador acostumbrado a medir y analizar todos los datos posibles, y un claro ejemplo de que un buen deportista sabe guiarse por su cuerpo antes que por un número.
El campeón de la jornada perdería 5 minutos en el agua, saliendo con 55 minutos clavados, remontaría en bici para situarse primero con 4:43:34 y aseguraría el triunfo con un 42k en 3:03:23. 8:50:12 y el mejor comeback posible para Plews.