La triatleta consigue el premio después de pisar el primer escalón del podio en los Juegos Olímpicos de Toquio.
En sus cuartos (y probablemente últimos) Juegos Olímpicos, la bermudeña tuvo una actuación perfecta en un recorrido húmedo y tormentoso en Tokio, sin dejar ninguna duda sobre quién era la mejor del día.
Después de que un tifón retrasara la salida de las mujeres, Duffy lideró un pequeño grupo que salió de la T1 y se mantuvo unido durante la caída de la bicicleta, en la que muchas mujeres que venían por detrás no tuvieron éxito.
A partir de ahí, fue simplemente cuestión de reunir la carrera más rápida para ganar por más de un minuto. Fue la primera medalla de oro de las Bermudas, y las convirtió en el país más pequeño en ganar un oro en los Juegos Olímpicos de Verano.
Después de una serie de lesiones y contratiempos para Duffy, la victoria y el bombardeo de los medios de comunicación que la acompañaron fueron especialmente dulces.
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