Hoy en día tod@s buscamos rascar esos segundos para mejorar nuestros tiempos en competición, y solemos echar mano de todos los materiales que disponemos a nuestro alcance
Un neopreno más aerodinámico y ligero, pero que a la vez nos ayude en la flotación, para aquell@s que no hemos nacido con escamas; una bici más ligera, con unas ruedas de perfil y con rodamientos que, a poder ser, rueden ya solos; las zapatillas más ligeras, con más o menos drop, con carbono o muelles; la ropa lo más ceñida al cuerpo posible para crear menos fricción; y el casco. Lo más aerodinámico que haya, aunque parezca un extraterrestre. Todo preparado para volar.
En el Campeonato Mundial Ironman de 2017, Daniela Ryf y Cameron Wurf usaron un casco aero y gafas de sol, algo que decidieron cambiar en el 2018 y ambos rodaron más rápidamente.
En el 2018, Cameron Wurf tuvo el parcial de bicicleta más rápido usando un casco aerodinámico con visera.
En mujeres, Daniela Ryf usó un casco aerodinámico con visor y obtuvo también el mejor parcial en bicicleta, además de marcar el nuevo récord de la prueba.
Aunque había otros factores que ayudaron a batir esos tiempos en bici, seguramente esas elecciones influenciaron a otros triatletas a la hora de elegir un casco para sus competiciones. Para eso son modelos a seguir, para much@s.
Hay que tener en cuenta bastantes cosas a la hora de escoger un casco aero para el sector de bici en triatlón. La comodidad debe ser la primera premisa, de igual modo que el hecho de que sea seguro. No hay nada más escalofriante que volar por encima del manillar y aterrizar de cabeza en el suelo, confiando en que el casco cumpla su cometido. Y que realmente sea así.
Todas las marcas ofrecen diferentes opciones en sus modelos de cascos aero, según el tipo de deportista o de prueba a realizar. Algunos llevan visores integrados completamente, mientras que en otros, son piezas opcionales que se pueden montar o no a gusto del consumidor.
Si vamos un poco atrás en la historia, podemos observar que el factor de casco aero, es relativamente nuevo en el mundo del triatlón. En el ciclismo profesional, si nos fijamos en el Tour de Francia, veremos que el primero en usar un casco aero fue Greg Lemond, en 1989, batiendo a Laurent Fignon por ocho segundos en la contrarreloj final.
El francés con su coleta al viento, carente de aerodinámica al no llevar ni casco, perdió su ventaja y cedió la victoria. Ese día, la aerodinámica ganó la partida, y dejó claro que todo ciclista o triatleta debería invertir en material que ofrezca la mínima resistencia al viento. Y así es. Tod@s acabamos locos por ganar unos segundos más.
A lo que íbamos. ¿Casco aero? ¿Visor o gafas? Esto vendrá determinado por varios factores: distancia, tiempo atmosférico y posición encima de la bici. Aunque estemos tentados de copiar a los triatletas más rápidos del planeta, estos looks pueden restarnos eficiencia y comodidad a la hora de montar en bici.
Como hemos dicho antes, la comodidad es lo primero que hay que mirar, frente a la aerodinámica. Por ejemplo, para un triatleta amateur que realiza una prueba de larga distancia (180km), siempre será una mejor opción un casco aero de carretera que un casco aero de triatlón, que suelen tener menos ventilación.
Por otra parte, en muchos de los cascos aeros, la posición de la cabeza que se requiere, puede incluso ser perjudicial para la aerodinámica que buscamos. Este es el caso de los clásicos cascos en forma de gota, que son efectivos si el triatleta es capaz de mantener la cabeza en situación aerodinámica, con la mirada baja. Y esta es una posición difícil de mantener durante 180km…
De unos años para acá, los fabricantes de cascos han realizado estudios que muestran los efectos negativos sobre la aerodinámica de una posición incorrecta de la cabeza.
Es por ese motivo por lo que han ido apareciendo cascos sin cola o de cola corta, que mantienen los beneficios aerodinámicos a pesar de la posición de la cabeza o de los ajustes en la bicicleta.
A partir de aquí, que cada uno elija el casco que más se ajuste a sus necesidades, que mejor le quede, y a volar. Porque, a parte de ser triatleta, también hay que parecerlo. 😉