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Entrenar la mente para lograr tus objetivos deportivos ya no es una novedad, aún así, tal vez no seas consciente de tus capacidades. ¡Te lo explicamos aquí!

En el mundo del triatlón amateur, cada vez, estamos más concienciados con la necesidad de seguir una buena planificación de entrenamiento, una alimentación que cubra nuestras necesidades energéticas, una estrategia para sacar nuestro rendimiento óptimo el día de la competición, dentro de las posibilidades de cada uno.

Sin embargo, en un deporte tan exigente a nivel físico, como es el triatlón,entrenar las capacidades mentales y gestión de las emociones parece igual de importante, no es algo exclusivo de los profesionales.

En Psicología deportiva existe el concepto de las 4 C. Son los 4 pilares o capacidades básicas a desarrollar por todo deportista.

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📌 Concentración, o la capacidad de mantener el foco en el punto adecuado, pese a las distracciones.

📌 Confianza, o la capacidad de creer en las posibilidades y perseguirlas.

📌 Control, o la capacidad de gestionar las emociones de forma adecuada.
📌 Compromiso, o la capacidad de esfuerzo y superación, continuar trabajando para lograr los objetivos incluso cuando se pierde la motivación.

¿Cómo se traducirían estas capacidades en nosotros, los triatletas, que debemos desarrollar y ejercitar?

La constancia, el entrenar cada día, combinando todas las disciplinas, hace que tengamos que convertir el triatlón no en un hobbie, sino en un estilo de vida, e integrarlo en nuestra rutina diaria como hábitos tan básicos como comer y dormir. Encontrar este equilibrio, entre nuestras obligaciones laborales, familiares, sociales, más entrenar tres deportes, sin olvidar el descanso, cuidando no caer en sobreentrenamiento, es un ejercicio de precisión, y flexibilidad y adaptación continua al mismo tiempo.

La disciplina, el no buscar excusas y ser capaz de exigirte a ti mismo, aún en los entrenos en solitario, con horarios imposibles a veces, controlar la mente en los entrenamientos más exigentes para no rendirte y desafiar los límites, sin que nadie te lo exija ni te lo impida. Esto no hará ser más resistentes, más pacientes, conocernos a nosotros mismo, superando los límites poquito a poco, en una auténtica carrera de fondo, gestionando la competitividad de una forma saludable, sin obsesión, pero siendo capaces de querer superarnos a nosotros mismos, de mejorar nuestra técnica, nuestro rendimiento. Aprender a mantener la concentración, ser capaces de mantener la mente enfocada en una tarea concreta, ser metódicos en nuestras actuaciones, todos sabemos que en una transición bien hecha se puede ganar una carrera, y ejercitar el control de nuestros pensamientos, especialmente los negativos, ante los errores y las distracciones, sabiendo que no podemos tener todo bajo control.

Al final, todas estas capacidades se resumen en la palabra ACTITUD; ir construyendo nuestra autoestima, encontrar nuestra motivación interna, gestionar  nuestras emociones, recordando siempre por qué empezamos y cuál es nuestro faro al final del arduo camino, para no caer en la frustración y seguir mejorando día a día  nuestra capacidad de esfuerzo y resiliencia, que nos permitirán disfrutar y obtener el máximo rendimiento del deporte que amamos. Pocos podrán ganarse la vida con el triatlón, pero muchos los que llenamos nuestras vidas de él.

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