La keniana Jemima Sumgong, campeona en el maratón de los JJOO de Río 2016, ha sido sancionada por dar positivo en EPO y mentir durante la investigación.
“Bombazo” relacionado con el mundo del dopaje. El último caso desmantelado afecta directamente a la campeona olímpica de maratón en Rio 2016, Jemima Sumgong. La Unidad de Integridad del Atletismo oficializó ayer su sanción de 8 años tras haber dado positivo en EPO en un control que se le realizó en 2017, menos de un año después de ganar en la cita celebrada en la capital brasileña con un tiempo de 2h24’04”.
La keniana mintió durante la investigación. La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) halló documentos falsos utilizados por Sumgong en su defensa tras ser acusada por dopaje. Al parecer, la atleta presentó un certificado médico ficticio que alegaba que se le había administrado EPO y se le habían realizado transfusiones de sangre. El mismo certificado explicaba que todo era parte del tratamiento que la atleta debía recibir a causa de un embarazo extrauterino. La IAAF descubrió que Sumgong estaba utilizando documentos falsos al comprobar que la keniana no había estado ingresada en ningún hospital durante las fechas señaladas en el certificado presentado.
El hecho de haber mentido tras confirmarse el positivo por una sustancia ilegal aumenta la sanción, que ahora será de 8 años y que finalizará cuando Sumgong tenga 42. Es inevitable plantearnos, tras conocer noticias como ésta, si los castigos por dopaje son suficientes o si, por el contrario, deberían ser más duros, tal y como defiende Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.