Lo das todo en carrera y llegas a meta exhausto. ¿Y ahora qué? Te damos varios consejos para que tu cuerpo se recupere como es debido y el esfuerzo no te pase factura.
Deshidratación, fatiga, desgaste muscular… Competir al máximo puede dejarnos el cuerpo tocado si vamos al límite. Lo ideal es que, a pesar de darlo todo en carrera, nuestro cuerpo lo acuse lo mínimo posible para evitar molestias y lesiones posteriores y para poder volver a la normalidad de nuestros entrenamientos y de nuestro día a día sin problemas. Para que el esfuerzo en competición no os pase factura, os dejamos con 5 tareas que todo triatleta debería llevar a cabo después de cruzar la línea de meta:
Come y rehidrátate
Aunque llevemos planeada a la perfección la nutrición e hidratación en carrera, los niveles de glucógeno en nuestro cuerpo disminuyen notablemente a medida que avanza la competición. Para corregir ese bajón es fundamental que durante las horas posteriores bebamos agua y líquidos altos en sodio. Además, cargar bien de carbohidratos y de proteína también ayudará a volver a llenar nuestros depósitos y favorecerá la regeneración muscular.
La importancia de los antiinflamatorios
Seguimos con el apartado nutricional. Además de lo que os hemos indicado en el anterior párrafo, recurrir a los alimentos con propiedades antiinflamatorias es ideal para la recuperación, sobre todo si son naturales: nueces, almendras, salmón, ajo, remolacha, jengibre…
Un buen masaje es fundamental
Si has participado en una prueba que dispone de masajistas para los finishers estás de suerte. Aunque sea durante tan solo 10′, una sesión de este tipo relaja tu musculatura después del estrés a la que la has sometido. De todos modos, el masaje importante es el de 2 o 3 días después de la carrera, especialmente en larga distancia: favorecerá la circulación sanguínea y tardarás menos en poder volver a estar al 100% en la piscina y sobre todo en la bicicleta y corriendo.
Duerme
Puede parecer muy lógico, pero normalmente abusamos de la cafeína en los días de competición y eso, sumado a la deshidratación y al ritmo cardíaco elevado que llevamos en carrera, hace que pueda costarnos coinciliar el sueño después de correr. Las duchas frías y dormir en lugares secos y frescos ayudará a que no aparezca el temido insomnio. Dormir la siesta durante los días posteriores a carreras exigentes también es una excelente opción si tenemos la oportunidad de hacerlo.
No pares
Podemos tomarnos 24 horas de descanso, pero pasarte el día posterior a la competición tirados en el sofá viendo películas y series en Netflix es la peor opción. Si te sientes muy cargado y no te vez capaz de correr o nadar aunque sea muy suave, salir a pasear compensará igualmente el dolor muscular y articular.