Tanto el COI como el COE han coincidido en que se van a presionar a los gobiernos para que el 100% de los deportistas que estén en Tokio el 23 de julio estén vacunados
Al tiempo que el gobierno de Japón está cerca de decretar el estado de alarma, con una nueva oleada de cerca de 5000 contagios diarios reportados, y una variante del virus mucho más contagiosa, los Juegos Olímpicos de 2021 entran en la cuenta atrás de menos de 200 días para que la llama olímpica prenda en Tokio.
Se estima la llegada de un total de 11.600 personas entre deportistas, cuerpos técnicos, personal y prensa que van a inundar la ciudad nipona del 23 de julio al 8 de agosto. De todos ellos, son muchos los que aún no tienen la plaza asegurada ni expectativas de poder correr ningún evento clasificatorio.
El presidente el COE Alejandro Blanco, declabara a AS.com que los Juegos se van a celebrar ”sí o sí” el próximo día 23, aunque eso esté sujeto a que todos los deportistas que aún no se han clasificado, tengan que pasar por delante de muchos colectivos por si acuden o no a la cita olímpica.
Todo debe hacerse con la suficiente antelación como para gestionar un evento de esas características, aunque la presencia de muchas estrellas penda de un hilo. En el caso de España, la cifra de deportistas sin la plaza asegurada es de casi una centena
De hecho, existen algunos deportes cuyo evento clave se disputará el mismo julio, a sabiendas de que las autoridades de Tokio hayan decretado una cuarentena de 14 días para todos los extranjeros, lo que podría dejar fuera a estos atletas si no se modifica el calendario.
Sin embargo, el problema no está en vacunar solo a los deportistas. El resto de asistentes en la ‘burbuja’ olímpica también debe de ser vacuando, ahí es dónde yace el conflicto, ya que van a ser muchos los gobiernos que no accedan a priorizar alguien que no sea deportista.
Un verdadero choque de intereses entre el COI (que aseguraba hace unas semanas que los Juegos podrían llegar a tener público en las gradas), los gobiernos de cada país participante y las autoridades sanitarias de Japón.