Pakillo Fernández es un triatleta ‘diferente’, no tanto por sus muchas capacidades y calidad deportiva, sino por el tono y su particular modo de vivir el triatlón. De origen extremeño, Pakillo se ha ganado la simpatía de los aficionados con su naturalidad y sus contínuas bromas e ironía en sus redes sociales. Es por ello que Jose Trejo realiza esta entrevista #adolor .
Para empezar, ¿cómo entrena el sector de natación un triatleta en una comunidad sin mar?
No creo que vivir cerca del mar sea una limitación a la hora de practicar triatlón. Si que es verdad que la gente que afortunadamente viven cerca de este tienen la posibilidad de entrenar mejor este aspecto. En cambio, los que somos más de secano, tenemos que adaptarnos a ello, y buscar posibilidades de simularlo ya sea en pantanos o ríos como es mi caso. Otro punto importante es saber orientarse en aguas abiertas y saber cambiar el tipo de brazadas dependiendo del lugar donde nademos. Para esto también existen entrenos chulos y divertidos, que pueden hacer que la ausencia de entrenos en mar no sea tan significativa. Y a la pregunta, cual es el secreto para nadar bien en mar sea cual sea tu situación geográfica, es simple: Trabajar el doble que los demás y con ¡más cojones!
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El principal secreto en un deporte tan duro como este es mantener la ilusión intacta cada día. Levantarte completamente dolorido y molido, y aún así saber disfrutar de esas sensaciones, vestirte y salir a por el entreno. Vivir cada segundo que te pega el aire en la cara, apreciar el dolor de pecho en los primeros minutos y saber que todo eso forma parte del juego. Sin ilusión esto es imposible.
Los éxitos empiezan a llegar en 2002 de la mano del duatlón y ya en 2003 en triatlón y se repiten de forma sistemática hasta el 2005, año de grave lesión, ¿se te paso por la mente la retirada del triatlón de elite en algún momento?
Las lesiones desafortunadamente han estado muy presente durante mi vida triatletica, pero solo en una ocasión estuve apunto de dejarlo todo. Fue en 2011. Tras meses de no encontrar diagnóstico sobre mis lesiones de rodilla, todo se desmoronaba, se desvanecía todo aquello por lo que había luchado durante años. Fue un año y medio muy duro, y el papel de la que en aquella época era mi pareja, fue clave. Ella, junto con mis padres y familiares, aguantaron carros y carretas, y junto con mi amor por este maravilloso deporte me hicieron salir adelante. Cada mañana despertaba soñando con volver a vomitar tras unas series, con tener que llamar a mi padre a 80kms de casa exhausto para que me recogiese y volver a casa sonriendo después de reventar alguna crono. Finalmente logré darle la solución a esas lesiones con tres operaciones y recuerdo con mucho cariño el despertar de la anestesia y verlos allí. “Mañana empezamos a entrenar, gracias por haberme traído hasta aquí”. Les dije.
En 2010, se produce tu debut en media distancia, ¿qué te empuja a ello y una vez probadas todas las distancias por cual te decantas? y ¿por que?
El paso a la larga fue una sucesión de cosas. Tras las operaciones volví a la competición con 3/3 victorias, con tan solo 3 meses de entreno. Y quería probar larga, pero no me veía maduro para ello, así es que cogí la maleta y me presente en Santiago de Compostela. Allí me esperaba mi amigo Iván Raña, y solo mirarme supo lo que necesitaba. Entrenar a lo salvaje, hacerme duro con el más duro, y la certeza de que la larga era mi próximo destino. “Entra en Ironman y regístrate para el 70.3 de Lanzarote, estas más que listo”, me dijo.
En los últimos días hemos podido leer en tus publicaciones una reflexión acerca de volver a los orígenes en tu forma de competir, ¿a que se debe este cambio de chip?
Cierto. Entre los altibajos que se dan durante la vida deportiva te vas dando cuenta de muchas cosas, y al terminar la temporada 2014 me paré hacerme una autocrítica sobre la misma. Llegué a la conclusión que desde mi paso a la larga había perdido agresividad en carrera, no tenía la tensión los días antes, en competición perdía la concentración y sobre todo, no corría sacando mi esencia. En resumen, había perdido mi esencia, no era el mismo, no me sentía bien conmigo mismo en carrera. Mi manera de competir tiene que ser esa, la que mamé y con la que me siento identificado. Añadiéndole las nuevas experiencias y nuevos conocimientos. Me gusta oír eso que muchos me dice que corro sin cabeza, que no me escondo en un pelotón y que ataco muchas veces sin sentido. Pero….es que ese soy yo, y más allá de los resultados está el sentirse bien con uno mismo. Pero ya sabéis….. La ilusión, los cojones!!
En tu preparación física, eres más partidario de la calidad o del volumen ya que la célebre frase #adolor es un poco ambigua al respecto?
En mi preparación solo tengo en mente una cosa: ser el más salvaje en la próxima competición. Eso solo lo logras currando con intensidad y volumen. La unión de las dos es la solución a la pregunta…. Calidad o volumen?. Soy partidario de la calidad, pero si aguantas entrenar mucha calidad con muchos volúmenes, mejor que mejor. En mi lema de entreno, “a dolor”, no hay tutia. Si se puede ir a tope, se va a tope. Siempre que la recuperación te lo permita. Compites a tope, entrenas a tope.
A vuelta de ABU DHABI, se te intuyo algo descontento con tu actuación, esperabas más de ti?
Después de Dubái venía encabronado. Nada fue como esperaba y todo se me torció, pero esa inyección de cabreo me ha venido de lujo para volver a los entrenos con más ganas.
¿Cuando volvemos al ruedo?
Nos vemos en Elche este fin de semana, lo siguiente….ya se verá. Prefiero ir día a día.
Repites este año en Arenales. ¿Que nos puedes decir de esta histórica prueba para los que no la conozcan todavía?
Foto portada facebook Pakillo Fernandez
