El triatlón, en su mayor parte, se adhiere a las reglas establecidas por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), la cual estipula una lista de sustancias y métodos prohibidos para mejorar el rendimiento. Esto incluye medicamentos obvios, como la EPO, y algunos menos obvios, como las sustancias que se encuentran en algunos medicamentos para el TDAH. (puedes descubrir el listado completo aquí). Para saber si los atletas están infringiendo estas reglas, los protocolos antidopaje generalmente se dividen en tres tipos:
Pruebas en competición: Se levan a cabo pruebas a los atletas en busca de sustancias prohibidas en la línea de meta de una carrera o en las sesiones informativas previas a la carrera.
Pruebas fuera de competición: Los agentes se presentan en los sitios de entrenamiento o casas de los atletas en horarios no anunciados y les hacen pruebas para detectar sustancias prohibidas.
Investigaciones: Esto es cuando se crea un caso, a través de testimonios y/u otra evidencia directa, de que un atleta ha estado tomando sustancias prohibidas, a pesar de no haber fallado específicamente en una prueba.
Las pruebas en competición son necesarias para prevenir el dopaje, pero no suficiente para atrapar a los que se dopan, dado que la naturaleza predecible de estas pruebas facilita la preparación para evitar ser cazados.
Por otro lado, las pruebas fuera de competición son muy caras, pero un componente completamente necesario en un programa antidopaje porque atrapa a los atletas cuando no están preparados para la prueba. Las pruebas fuera de competición también requieren mantener a los atletas localizados. Tienen que enviar su localización diariamente para que los agentes sepan dónde están y poder hacerles las pruebas pertinentes.
Además, la WADA enfatiza cada vez más el uso de investigaciones y pruebas dirigidas, es decir. ‘sospechamos que xx atleta cometió una infracción de xx debido a otras pruebas, por lo que vamos a centrarnos en nuestras pruebas fuera de competencia para xx cosa’, porque las pruebas aleatorias fuera de competencia son demasiado caras y demasiado difíciles de realizar al mismo tiempo en la escala y frecuencia necesarias para poder atrapar a los tramposos.
Esto nos lleva a darnos cuenta de que no existe una agencia responsable del antidopaje para el triatlón de larga distancia. Eso significa que no hay una organización que supervise las pruebas fuera de competición y haga el esfuerzo de investigar a todos los triatletas de larga distancia. Si bien IRONMAN tiene su propio programa, es comprensible que no supervise a los atletas que no compiten en sus carreras. Esto crea agujeros potenciales y permite que algunos de los mejores triatletas profesionales de larga distancia eviten estar en cualquier grupo de pruebas fuera de competición.
Para entender esto, hay que tener en cuenta el triatlón de corta distncia.
El triatlón de corta distancia, en gran medida nos referimos a las carreras de distancia Sprint y Olímpico de la World Triathlon/ ITU y se encuentran bajo el “movimiento olímpico”. Esto significa que está supervisado por la World Triathlon. Este es el organismo rector del triatlón internacional y, por lo tanto, debe ser signatario de la WADA.
Entre otras cosas necesarias para ser signatario de la WADA, la World Triathlon supervisa y realiza pruebas en competición en las carreras de su circuito. World Triathlon también tiene un grupo de atletas registrado para pruebas fuera de la competición y un grupo de pruebas secundario para todos los atletas de la World Triathlon.
Todos los órganos rectores de cada país y sus agencias nacionales antidopaje (a menudo llamadas NADOs) también están bajo la supervisión de la World Triathlon. Eso significa que cada organismo rector nacional, por ejemplo, la FETRI o British Triathlon, también debe cumplir con las reglas de la WADA y debe tener sus propios programas antidopaje para sus atletas olímpicos y paralímpicos.
Entonces, es casi imposible para los triatletas profesionales competir en el circuito internacional de carreras la World Triathlon en cualquier nivel y no estar bajo la jurisdicción de su organismo rector nacional y de la World Triathlon.Aunque no todos los atletas serán evaluados fuera de coompeticióny, por supuesto, algunos organismos gubernamentales nacionales ejecutan programas más estrictos que otros, todos los atletas de corta distancia son supervisados por este sistema. Sin embargo, este no es el caso del triatlón de larga distancia.
Los grupos de pruebas fuera de competición de la World Triathlon no incluyen a atletas que son únicamente de larga distancia. Si bien hay algunos que hacen tanto corta como larga distancia, y algunos que recientemente se fueron del circuito de corta distancia, todos los triatletas que están en alguno de los dos grupos de pruebas es a través de la corta distancia.
Además, la World Triathlon solo realiza pruebas en competición para sus eventos, y trabajan en muy pocos eventos de LD (principalmente el Campeonato del Mundo de Triatlón LD). Entonces, si un atleta nunca compitió en corta y nunca compitió en uno de esos eventos de la World Triathlon, que son muchos triatletas profesionales, entonces no forman parte del programa antidopaje de la World Triathlon.
A nivel nacional: la mayoría de los órganos rectores nacionales entregan sus pruebas a su agencia nacional antidopaje (NADO). Algunos países incluyen triatletas de larga distancia en sus grupos de pruebas, como Gran Bretaña, por ejemplo. También hay una superposición cada vez mayor en los atletas que compiten tanto en corta como en larga, y si un atleta compite en corta, estaría cubierto por el sistema mencionado anteriormente. Pero dado que los órganos rectores nacionales de cada país suelen estar vinculados directamente al sistema olímpico corta distancia, no están obligados a extender su alcance de pruebas más allá del triatlón de corta. Y la mayoría opta por centrarse en sus atletas olímpicos y paralímpicos. Esto significa que muchos órganos rectores nacionales simplemente no consideran que los triatletas profesionales de LD estén bajo su supervisión antidopaje, y no ordenan a su NADO que controle a los atletas de larga.
Por ejemplo, USA Triathlon ha confirmado que los criterios que han creado para entrar en el grupo de pruebas de fuera de competición del U.S. Anti-Doping únicamente incluyen a atletas y aspirantes olímpicos y paralímpicos. Ya no incluyen profesionales de larga distancia.
Hay, obviamente, una gran cantidad de triatletas profesionales que solo compiten en triatlones de larga: full distance, half o 70.3, extrañas carreras de distancia única y la cada más conocida distancia de 100 km.
¿Quién supervisa que no se dopan estos atletas si no están en el sistema de NADO?
Challenge no ha respondido a las solicitudes de algunos atletas y no realiza pruebas fuera de sus competiciones. Únicamente hacen algunas pruebas durante sus competiciones importantes.
Otros eventos de LD que no pertenecen a ninguna franquicia, como por ejemplo Escape from Alcatraz o Alpe d’Huez, tampoco hacen pruebas fuera de competición.
La PTO también ha confirmado que, en este momento, no tienen ningún programa de pruebas fuera de las competiciones. Realizan pruebas de sangre y orina en sus eventos.
Esto deja a IRONMAN -los que cazaron a Collin Chartier- con la responsabilidad de hacer pruebas fuera de competición a todos los triatletas de larga distancia.
En 2005, cuando quedó claro que el triatlón de larga distancia no tenía supervisión y corría el riesgo de caer en el pantano que definía el ciclismo en ese momento, IRONMAN optó por convertirse en signatario de la WADA y ejecutar su propio programa antidopaje a pesar su alto coste. Fue la primera empresa privada en ser signataria de la WADA, que requiere que cumpla con los mismos estándares antidopaje y cumpla con todas las auditorías, procesos, certificaciones y el intercambio de datos de la WADA. Debido a esto, IRONMAN tiene grupo al que somete a pruebas fuera de competición y realiza investigaciones a algunos de los profesionales que supervisa.
Sin embargo, IRONMAN solo puede incluir en su grupo a aquellos atletas que compiten en eventos de la marca, y eso no se extiende indefinidamente; si un atleta no ha competido en un evento IRONMAN durante 18 meses o dos años, ¿Cuánto tiempo puede IRONMAN mantenerlo en el grupo de pruebas? A medida que más y más atletas elijan enfocarse únicamente en PTO y carreras Challenge, esto será cada vez un problema mayor para este deporte.
Además, desde una perspectiva puramente financiera y logística, IRONMAN no puede supervisar a todos los profesionales de larga distancia. El grupo de pruebas fuera de competición de IRONMAN, en la actualidad, incluye 46 atletas de larga distancia, pero hay cientos de profesionales que figuran en la base de datos de PTO y más de 300 registrados en los EE. UU. También es importante recordar: IRONMAN es simplemente una empresa que tiene elegido invertir en un programa antidopaje por sus propios motivos; no es un órgano de gobierno ni una agencia sin fines de lucro.
Otra forma de ver el hecho de que el antidopaje de larga distancia se ha cedido en gran medida a IRONMAN es apreciar que todos los organizadores de las carreras y los órganos rectores simplemente están tratando de aprovechar al máximo su financiación. Todas las organizaciones que están registradas en WADA pueden, y la mayoría han reconocido que lo hacen, coordinarse entre sí, lo que significa que si un atleta está cubierto en un grupo de pruebas de fuera de competición, entonces no tiene que estar cubierto en otro. Por ejemplo, Kristian Blummenfelt y Gustav Iden no están en el grupo de pruebas de IRONMAN porque están en el grupo de la federación noruega y están cubiertos por la World Triathlon. Esta coordinación permite que cada programa antidopaje pueda ahorrar algo y que tantos atletas como sea posible estén cubiertos.
Según algunas fuentes, un solo análisis de sangre fuera de competición para un panel básico de medicamentos comunes para mejorar el rendimiento puede costar hasta $ 1,000. Eso incluye la contratación de un agente de pruebas certificado (un proceso que a menudo se lleva a cabo en el país en el que se encuentra el atleta), el viaje, la prueba en sí, el trabajo de laboratorio y todo el personal y el tiempo que lo acompañan. Sin mencionar la base de datos que se debe mantener sobre el paradero de todos los atletas en el grupo de pruebas. Esta es la razón por la que las investigaciones y las pruebas dirigidas se han convertido cada vez más en el centro de atención para priorizar los recursos. Dirigirse a las pruebas también es la razón por la cual, dicen los funcionarios, la cantidad de pruebas se ha mantenido relativamente bajas incluso en la era posterior a la pandemia.
Otro beneficio es que todos los signatarios de WADA usan el mismo sistema de base de datos, llamado ADAMS. Cuando un laboratorio certificado carga un resultado, se envía instantáneamente tanto a la agencia original como al sistema ADAMS, de modo que se comparte entre todos los signatarios de la WADA y desencadena el siguiente paso en el proceso. La base de datos de ADAMS hace que sea excepcionalmente difícil “ocultar” un resultado positivo una vez que el laboratorio lo procesa.
También es cierto que muchos programas, incluidos IRONMNA y la World Triathlon, contratan a la Agencia Internacional de Pruebas (ITA) para llevar a cabo sus procesos de pruebas, investigaciones, notificaciones y apelaciones. Luego, la ITA puede analizar todos los deportes; por ejemplo, si un médico está investigado a una serie de resultados de pruebas sospechosas en atletismo y luego aparece en triatlón, lo sabrán.
FUENTE: https://www.triathlonish.com/
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