Las carreras a pie representan el 62,8% de la facturación de los eventos deportivos de participación masiva, con los triatlones ganando en popularidad y participación
La industria crece, y prueba de ello es que se espera que en 2022 mueva 5.250 millones de euros por el incremento del número de participantes en carreras a pie, triatlones, ciclismo y natación en aguas abiertas, según un informe elaborado por la consultora Frost & Sullivan. Y eso que en la categoría de maratones el número de corredores ha caído un 13% en tres años, según el informe The State of Running 2019, elaborado por RunRepeat.com y la Federación Internacional de Atletismo. Los eventos deportivos de participación masiva facture 4.000 millones de euros en 2019, un 30,6% más que hace cinco años.
El sector no teme a la caída advertida por la IAAF, ya que ese descenso se ha compensado con la popularización de pruebas menos exigentes y que abarcan a un público más amplio, como los eventos de cinco, diez y veintiún kilómetros de distancia. Por eso, el número de participantes en este tipo de carreras, maratones incluidos, ha aumentado un 20% entre 2014 y 2018, cuando se alcanzaron los 744 millones de inscritos a nivel mundial, según el informe encargado por Wanda Sports para su salida a bolsa.
El negocio y las previsiones invitan al optimismo después de que estas disciplinas hayan logrado convencer al deportista amateur, principal generador del negocio a través de la compra de equipamiento, el gasto asociado al entrenamiento, el pago de las inscripciones a las carreras y el gasto en viajes. No es una cuestión menor, ya que el gasto para todos estos conceptos fue de 49.500 millones de euros en 2018, según el informe de Frost & Sullivan. En España, el gasto asociado a todo tipo de deportes fue de 5.686 millones de euros en 2018, según los datos facilitados por el Consejo Superior de Deportes; el 67% de este importe se destina a hacer actividad física, el 20,7% a productos deportivos y el 12,3% restante a adquirir entradas para ver deporte.
A nivel mundial, la inversión en entrenar o competir en carreras populares ha aumentado a un ritmo medio anual del 10,5% desde 2014 y 2018, y la previsión es que en 2022 alcance 73.500 millones de euros por el incremento del número de practicantes. Pero, ¿cuánto suponen las inscripciones a carreras en el total de este gasto? Apenas un 4,9%; el resto se destina a la compra de productos deportivos y nutricionales, el entrenamiento y el desplazamiento a la carrera.
“Lo principal es incentivar que la gente se mueva; antes se trataba de vender zapatillas y ropa, pero ahora ya no”, afirmó Emilio Risques, director de innovación y nuevos negocios en Europa, Oriente Medio y África, en el marco del Sports Business Meeting 2018. El directivo incidió en que “nuestra labor como espónsor del Maratón de Barcelona es que la gente interactúe, que se entrene bien y complete la prueba”. A partir de ahí, es más fácil que el runner o triatleta elija sus productos al de otra marca.
El running es la disciplina más popular con una representación del 62,5% del negocio asociado a las carreras populares, y la previsión es que su peso continúe aumentando hasta el 63,8% en 2022, según el informe. “Ese año se alcanzarán los 3.350 millones de euros con citas de entre 5 kilómetros y 42 kilómetros; las primeras atraen a más gente porque son más accesibles y se organizan más carreras a lo largo del año”, apunta el estudio.
TRIATLÓN
En lo que respeta al triatlón, no mueve tanto volumen de atletas como corredores puros, pero el público al que se dirige tiene alto poder adquisitivo. Según USA Triathlon (Usat), estos deportistas gastan más de la media: el 80% de los estadounidenses que optaron por esta disciplina tenían estudios universitarios y unos ingresos de 130.000 euros anuales por unidad familiar, lo que les permite invertir 2.100 euros al año en nutrición y equipamiento deportivo, y 990 euros en entrenar.
En Norteamerica y Europa, el mercado de las carreras populares está consolidado, por lo que los organizadores están tratando de crecer en otras regiones más inmaduras. Ahí entra la ofensiva de Wanda Group, propietaria de Ironman y la cita ciclista sudafricana Cape Epic, por crecer en esos territorios. Y no es para menos, ya que el negocio de los eventos de participación masiva han crecido a un ritmo medio anual del 44,8% en China entre 2014-2019, y la previsión hasta 2022 es que cada año facture un 20,7% más, según el hólding chino.
La apuesta por el gigante asiático parece segura, ya que se verá favorecida por una política gubernamental que pretende fomentar la participación deportiva, en un momento en que el bienestar está ganando relevancia en la sociedad. ¿Será el sudeste asiático la próxima gran palanca que impulse la industria de las carreras populares?