Desde Efecto Dorsal nos hablan sobre todos aquellos factores ajenos al entrenamiento que también repercuten en nuestro rendimiento. Forman parte del conocido como “entrenamiento invisible”, imprescindible para un triatleta.

Uno de los temas que más rápido cuando analizamos el día a día de un triatleta es la insistencia en entrenar mucho (a parte de querer hacer todas las carreras del mundo y más). Uno de los errores más típicos es querer entrenar a toda costa, desoyendo las señales del cuerpo para descansar.

En esos casos es en los que más importancia tiene saber qué es el entrenamiento invisible y el principio de supercompensación. El cuerpo necesita descanso para asimilar las cargas del entrenamiento. El entrenamiento invisible, es todo aquello que está fuera del entrenamiento en sí y que nos ayuda a mejorar el rendimiento.
Entre algunos puntos importantes podemos encontrar los siguientes:

Recuperación


Es posiblemente el aspecto más importante junto con el calentamiento en cuanto se refiere al entrenamiento invisible. En la recuperación incluímos toda rutina que hagamos para volver a estar listos para entrenar o competir. Esto va desde lo más básico como estiramientos post-entreno que no pueden faltar, Foam roller, contrastes en la ducha, hasta electroestimulación con Compex, Spa, fisios…

Descanso


Similar a la recuperación, pero no tiene porqué ser para recuperar. Se refiere a algo más rutinario y del día a día. Por ejemplo, dormir bien por la noche, una siesta, saber desconectar del trabajo al salir… Aglutinar estrés (ya sea familiar, laboral o de cualquier tipo) sin un descanso adecuado puede ser el causante de sobreentrenamiento o lesión.

Alimentación e hidratación


Tanto lo que comemos como lo que bebemos es crucial. Consumir el menor número de grasas trans y otros “venenos”, alimentarnos a base de alimentos ricos en nutrientes van a aumentar nuestro rendimiento. Nos harán sentir más livianos y menos pesados. Alimentos alcalinos post-entrenamiento para reducir la acidez de la sangre, carbohidratos pre y post entreno para rellenar los depósitos de glucógeno o hidratarnos bien durante el entrenamiento y fuera de el son algunas de las pautas básicas del entrenamiento invisible.

Psicología


Correr (o nadar o pedalear) no es sólo correr. Una parte importante de los entrenamientos y competiciones reside en la fortaleza mental. La capacidad de apretarse en un entrenamiento de series, mantenerse concentrado durante un entrenamiento de resistencia en la piscina durante toda la serie y otros pequeños detalles, marcan la diferencia entre dos atletas que entrenen igual.
También es realmente importante la visualización en carrera o mantener la motivación a lo largo de toda la temporada. No decaer tras una carrera clave del año (efecto post-ironman). Al igual que saber mantener la calma por ejemplo en las salidas de natación de un triatlón o rodando en grupo o bajando un puerto.

Material


Seamos realistas: el material importa. Puede que no sea un factor determinante y que lo primordial sea entrenar, y entrenar bien. Pero tener buen material ayuda. No estamos hablando de tener el tope de gama de todo el equipamiento, sino de que el material que tengamos sea el adecuado y esté en buen estado. Talla de nuestra bici, zapatillas según nuestra pisada y uso, ropa que no roce… Como decíamos, todo lo que no dependa de nuestro entrenamiento pero mejore el rendimiento es entrenamiento invisible.

Higiene


Por último pero no por ello menos importante, la higiene. Hay estudios que revelan que una mala higiene repercute en el rendimiento. Algo tan aparentemente banal como la higiene dental influye. Otro de los puntos conflictivos a causa de una mala higiene son las uñas. Hay que tener mucho cuidado de cómo están cortadas. Unas uñas descuidadas pueden hacer que se te acaben encarnando y dando muchos problemas. También si tenemos la mala suerte de que se nos caiga alguna uña (posible en distancias largas…), la higiene en ese tiempo es crucial para evitar hongos, etc…