Ir bien o mal puede significar haber o no ganado, haber hecho o no el tiempo esperado, o haber tenido buenas o malas sensaciones. Si preguntamos veremos que es algo completamente subjetivo.
En general, el triatleta es “quejica por naturaleza“, casi nunca está contento, y además esto aumenta según aumenta el nivel dentro del triatlón amateur.
Podremos ver como gente que queda hacia la mitad-final de la clasificación está más o menos satisfecha, encontrando justificación en “para mi ya está muy bien…/ para lo que hago…/ si no entreno, solo vengo a pasarlo bien…”. Mientras que si preguntamos hacia la mitad-principio de la clasificación encontraremos más diferencias y más descontentos bajo el discurso “no he nadado bien…/no rindo como en los entrenos…/ me encontraba fatal..
¿Qué sucede?
Entre muchas cosas, estas dos son claves:
El SIGNIFICADO que le damos al resultado será determinante en nuestra actitud. Si éxito es sinónimo de ganar y fracaso de NO ganar… Y si GANAR es sinónimo de quedar en el primer puesto, en el podium, en el top10, haber superado tu marca, haber pasado por meta o haber aprendido algo.
¿Nos fijamos primero en la posición de llegada? ¿en el tiempo global? ¿en el tiempo parcial de cada disciplina? ¿en cuántos nos han adelantado o hemos pasado? ¿en las pulsaciones? ¿en la sensación vivida?
Pregúntate qué significa para ti ganar o perder. ¿Podríamos plantearnos ganar prácticamente siempre si flexibilizamos estos conceptos?
Las EXPECTATIVAS, es decir, qué espera uno de sí mismo. Las expectativas son las que acompañarán nuestra actitud, haciendo que nos sintamos más o menos satisfechos con el resultado.
Quizás ajustar bien las expectativas es una tarea de las más complejas, para lo que se necesita un buen autoconocimiento y análisis de la situación.
¿Cómo podemos hacer un buen ajuste?
☑️ Análisis. Conocer dónde y cómo estamos, así como analizar nuestro alrededor y a qué nos enfrentamos.
☑️ Objetivo. Definir bien nuestros objetivos. Cuál será el foco de cada competición, a qué apuntaremos, en qué nos deberemos fijar para determinar si la carrera ha sido buena o mala. Marca un objetivo que sea retador pero puedas asumir.
☑️ Planificación. Detectar posibles imprevistos que nos podemos encontrar y encontrar soluciones alternativas para facilitarnos una reacción más tranquila y desenvolvernos con mayor soltura.
En resumen, con esto ganaremos en autoconocimiento y autoconfianza. Tener una actitud realista, abierta y alerta a las oportunidades que puedan surgir nos harám disfrutar mucho más de la competición y poder, en un mayor porcentaje de veces, sentir que ha sido un éxito y no un fracaso.