Las redes sociales son tan populares como injustas. Una de estas injusticias se da con especial frecuencia de unos días atras cuando algunos de los participantes comentan que arrancan su cuenta atrás para el “Ironman” de Vitoria.
Y es que el Triatlón Vitoria-Gasteiz no es una prueba de Ironman y, aunque el anglicismo es ya de uso habitual para referirse a la distancia 3.8-180-42,2 en el caso de la prueba vasca tal vez deberíamos entre todos hacer un pequeño receso y dar al evento el nombre y la identidad que merece. Por su historia y por su aval organizativo.
Hago una pausa aquí para no sentar polémica. No es mi estilo y los que tenéis la paciencia de leer mis artículos o aguantarme en redes sociales sabéis que soy un admirador confeso de las pruebas organizadas por Ironman y participo cuando tengo oportunidad pero creo justo reconocer la valía del Triatlón Vitoria-Gasteiz sin comparar con los eventos de la empresa propiedad de Wanda Sports y por supuesto sin obviar el nombre del evento.
So muchos los motivos por los que se debe reconocer al Triatlón Vitoria-Gasteiz como una prueba incomparable.
- Una ciudad, Vitoria, que respira triatlón durante el fin de semana con un Ayuntamiento volcado en el evento y en el cuidado de los atletas. Muestra de ello, el triatleta vive la prueba como en pocos lugares, fuera del País Vasco, se puede vivir. El aliento del público en la carrera a pie es uno de los secretos para llegar a meta. Más potente que cualquier gel.
- No hay grandes estrellas, y los atletas de élite que participan no suelen ser los más mediáticos del lugar. Raramente una figura de los circuitos mejor dotados económicamente se dejan caer en Vitoria. Este aspecto dota de mayor protagonismo al atleta popular y la organización lo sabe.
- Por méritos propios el Triatlón Vitoria-Gasteiz se ha convertido en un referente nacional y es uno de los fijos en el calendario de los atletas. Son muchos los que repiten año tras año.
- Dos distancias propuestas aseguran la compatibilidad de objetivos entre aquellos que quieren o pueden ponerse a prueba en la larga distancia o los que prefieren la media distancia. La distancia no es una excusa para disfrutar de este evento.
- El ADN Vasco. Me remonto aquí al primer punto pero seguro es uno de los aspectos que hacen especial este evento. Los vascos viven el deporte de una manera especial y ese espíritu se contagia en cada metro de la prueba. Algo sin duda diferencial y único, dificil de recrear. No es cuestión de presupuesto, es genética.