Tony Roberts fue casi ahorcado por una alambrada colocada adrede en un sendero dónde habitualmente circulan ciclistas

Las trampas para ciclistas siguen siendo la gran lacra del ciclismo, e inevitablemente del triatlón. No es la primera, ni la última vez lamentablemente, que recibimos la noticia de que otro ciclista ha estado cercano a un desenlace fatal mientras entrenaba.

Y es que el británico Tony Roberts se encontraba entrenando con su BTT en el sur de Gales, concretamente en Rhondda, cuando fue sorprendido por una alambrada que casi le secciona el cuello.

El ciclista cayó desplomado al suelo y tuvo que ser atendido de urgencia máxima, ya que la probabilidad de hemorragia era muy alto. Por fortuna pudo ser trasladado al hospital dónde le indicaron que lo más probable sería que el ciclista fuese operado, aunque se salvó de la cirugía por la pericia de los servicios de emergencia.

En total, 17 puntos de sutura que le colocaron en el cuello, que además pudo sufrir una infección por culpa del estado del alambrado con el que se enzarzó.

Sean cables, cristales, clavos, maderas, objetos punzantes o cualquier otro elemento en una larga lista de los ataques al ciclista, debemos ir con mucho ojo cuando entrenamos fuera de casa. La gran mayoría de las trampas se colocan de noche, por lo que son los que más madrugan los que pueden sufrir las peores consecuencias.

El ciclista se encontraba entrenando con su pareja, que presenció todo en directo, y declaró que la trampa había sido colocada con toda la mala fe del mundo, quedándose a muy poco de tener que lamentar un funeral.

Desde Triatletas en Red, recordamos que la tolerancia ante estos casos debe ser CERO, y que debemos avisar a las autoridades competentes en función de la zona de los hechos. Especial atención en el monte.

#RespetoAlCiclista