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En este último año complicado para los triatletas, es un buen momento para reflexionar sobre qué podemos hacer para mantener nuestra salud mental al 100%

Desde Ironman, cuatro hábitos que deberías evitar, y consejos sobre la manera de eliminarlos si sientes que te arrastran.

  1. Quejándose de todo

De vez en cuando, a todos nos gusta lanzar algunos suspiros exasperados y gemidos cuando se trata de hacer ejercicio. Ya se trate de quejarte sobre el tiempo, o quejarte con los demás sobre la situación en vuestra piscina local, todos tenemos momentos en los que no somos capaces de tener la actitud positiva que tanto se necesita.

Con el tiempo, las quejas pueden ir de “inocentes” para desahogarse hasta una profecía autocumplida. Mantener una mala actitud sobre algo en algún tiempo (como lo llena que está la piscina cuando quieres nadar) es muy probable que también te haga tener un mal comportamiento en el propio entrenamiento (y que te lleve por ejemplo a no hacer nunca tus entrenamientos de natación).

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  • Elimínalo: Trata de encontrar al menos una cosa positiva en cada entrenamiento. La piscina desorganizada y llena, con demasiado cloro, con horas punta de locura es algo que no tiene porque arruinar tu mañana. Puede ser una oportunidad para practicar ser adaptable (una habilidad clave para cualquier triatleta). Trata de tener esta visión positiva en tu entrenamiento diario.

2) Publicar todos tus entrenamientos

Publicar todos los detalles de tu entrenamiento en tus medios sociales favoritos no sólo consume tiempo, es una verdadera “bomba aburrida” que arrojas directamente a la fuentes de noticias de tus amigos y seguidores. Mientras que la intención de tus mensajes puede ser para inspirar a otros (y a tí mismo), si no se controla se puede convertir fácilmente en un uso innecesario de tiempo y que simplemente sea molesto.

  • Elimínalo: Si no puedes alejarte de los medios sociales, trata de aportar un poco de creatividad en la mezcla. Por ejemplo, en vez de publicar tus entrenos cada día, piensa un reto que te gustaría llevar a cabo esa semana y publícalo cuando lo hayas conseguido el domingo por la noche. Al final de la semana, comparte y publica como te han ido las cosas. Estos son posts más concisos e interesantes de leer y siguen también dándole un sentido de responsabilidad a tu entrenamiento.

3) Lidiando con tus lesiones

Cuando estás haciendo un volumen muy alto de entrenamiento en las tres disciplinas, es provable que te acabes encontrando con una lesión en algun punto del ciclo de entrenamiento. Algún problema en la rodilla o un tirón muscular — sea lo que sea, no estás solo.

Eso no significa que debas empezar cada entrenamineto evaluando los obstáculos que te puedes encontrar. Sí, a veces queremos pre-calificar nuestra carrera dependiendo de como nos encontramos físicamente, pero hablando constantemente de nuestras lesiones, solo dejas que ellas te definan como atleta y te limiten.

  • Elimínalo: Céntrate en tus entrenamientos, en ejecutar bien la actividad para el bien de tu cuerpo (tu fuerza, concentración, energia), y no hacerlo sin tener en cuenta tu cuerpo.

4) Cambiando por conveniencia

¿Quién no ha hecho un entrenamiento de carrera a pie más corto o ha escatimado los últimos 400 metros del entrenamiento de natación con el fin de ahorrar un poco de tiempo? Es perfectamente normal modificar los entrenamientos cuando estamos cuadrando horarios aparentemente imposibles; hacer un entrenamiento en su totalidad no es siempre posible. La diferencia entre el cambio por necesidad y conveniencia es sutil, pero es importante reconocerlo.

Por naturaleza, entrenar para un triatlón (o simplemente mantener un horario regular de ejercicio) quizá sea un inconveniente para tí. Pero eso no significa que debas acortar constantemente entrenamientos o saltar sesiones clave cuando no encajan perfectamente en tu horario. Con el tiempo, estas decisiones “convenientes” serán “inconvenientes” para tus objetivos.

  • Elimínalo: Concéntrate en completar todos tus entrenamientos según el plan previsto, y ahórrate las modificaciones para momentos en que tu horario haga el entrenamiento más difícil (por ejemplo en vacaciones, durante momentos de mucho trabajo, o bien cuando las condiciones climáticas sean muy malas.)

Identifica los aspectos con los que tienes que trabajar más, y dále la vuelta a la tortilla. Unos hábitos correctos te ayudarán a mantener un mayor control en muchas áreas de tu vida — y quizá el año que viene tendrás menos resoluciones en las que mejorar.


 

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