Desde que creamos el grupo en la red social STRAVA somos más de 200 y los datos de nuestros miembros virtuales son realmente curiosos.
Sin duda las aplicaciones y gadgets de seguimiento de actividad son unos compañeros inseparables en el día a día de la mayoría de los triatletas. Ya seamos simples aficionados o profesionales hoy día somos capaces de monitorizar nuestras actividades hasta el último detalle. Es por eso que para muchos de nosotros se han convertido en un imprescindible cuando salimos a entrenar. Muchos tenemos incluso la percepción de que si el entrenamiento no queda registrado entonces es que no se ha entrenado.
Lamentamos quedarnos sin batería en mitad de una carrera o habernos olvidado la cinta del pulsómetro en el equipaje cuando vamos a competir, también que el GPS se vuelva loco… Una dependencia que se asemeja mucho a la que hay actualmente con el teléfono móvil.
El uso que les damos a estos dispositivos y aplicaciones abarca muchas variables que nos ayudan a seguir entrenando, controlarnos y motivarnos. Inevitablemente se convierten en un escaparate en el que de una o otra manera nos medimos unos a otros, ya sea con nosotros mismos o con nuestros compañeros de fatigas. Es el caso de Strava, una aplicación cuya mecánica potencia la competición por ver quien está en lo más alto en las estadísticas. Podemos saber quien entrena más, quien sube más rápido cada puerto, quien hace el mejor parcial en natación o corre en el paisaje más ideal.
Los hay enfermos de las estadísticas que miran hasta el último detalle para conocer al máximo sus capacidades. En el sentido opuesto estan los que ni tan siquiera vuelcan datos ni cambian el título de la última actividad que registraron. Incluso existen personas que pasan de todo y entrenan por sensaciones, aunque cada vez menos.
Yo me encuentro en ese punto medio en el que la comparación conmigo mismo es una constante y que intento llevar cierto control sobre mis estadísticas. Pero también me paseo por el feed de mi Strava otorgando kudos a mansalva y chafardeando lo que hacen las demás, por qué negarlo.
El Club Strava de Triatletas en Red
Precisamente durante los últimos días he estado husmeando en el Club Strava de Triatletas en Red en el que somos 223 personas a día de hoy. Mirando las 100 personas que más han entrenado resulta que el que menos tiempo le dedica al entrenamiento pasa de las 7 horas semanales.
Si nos fijamos en el Top 3 de tiempo total, mayor distancia recorrida y actividad más larga los números son bestiales.
Cuando hablamos de estadísticas generales el Top 10 de la tabla acaba con 17 horas entrenadas entre las diferentes disciplinas, unas cifras muy meritorias a las que es extremadamente sacrificado y difícil poder llegar.
Hay que tener en cuenta también que estamos en época estival y que muchas personas lo tenemos más fácil para poder escaparnos a entrenar. En mi caso particular mis 11 horas de entrenamiento esta semana me supusieron quedar en el puesto 44 del Club Strava de Triatletas en Red pero lo normal sería colocarme entre los puestos 80-100 donde los rangos de horas entrenadas estan entre las 6 y las 8 horas a la semana.
Evidentemente no todas las semanas son iguales. Los que nos dedicamos al triatlón como afición sabemos que los entrenamientos varían según nuestras complicaciones y quehaceres diarios. Sea como sea el hecho de controlarnos las estadísticas nos hace tomar una perspectiva general de nuestras posibilidades lo que a su vez permite que podamos planificarnos uns objetivos acordes a nuestras circunstancias.
Os animo a que os unáis al Club Strava de Triatletas en Red y poder compartir vuestros entrenos con nosotros, yo los comparto aquí, en mi perfil Strava.