¿Es posible mejorar nuestro rendimiento engañando a nuestro cerebro, sin ingerir nada, durante nuestros entrenos o competiciones?
En los deportes de alta intensidad, de aproximadamente 1 hora de duración, nuestro rendimiento no está sujeto a lo ingerido durante el período del ejercicio. Por lo tanto, no está claro que se pueda mejorar el resultado mediante un consumo de carbohidratos durante la competición.
Entendemos como deportes de alta intensidad, ya sea una intensidad constante o intermitente, los siguientes:
- Ejercicios de alta intensidad constante: una sesión de running, un entreno de natación, etc. Todos ellos a un ritmo fuerte y constante durante la sesión.
- Alta intensidad pero intermitente: un entrenamiento de running o natación con series o repeticiones, a intensidad muy elevada por poco tiempo, seguido de breves descansos. Se repite este proceso durante la sesión de entreno.
Un ejemplo muy claro de deporte de intensidad alta intermitente, son los deportes de equipo, como el fútbol o el baloncesto, donde el esfuerzo del jugador no mantiene la misma intensidad durante todo el partido.
Estudios recientes han demostrado que no es necesario ni efectivo comer o tomar bebidas con carbohidratos en deportes o entrenos de una hora de duración.
En ellos se comparaban dos deportistas en las mismas condiciones de ejercicio:
A uno se le inyectaba en sangre una solución con glucosa y al otro se le daba una ingesta con valores similares a los de la solución venosa.
Los resultados obtenidos fueron sorprendentemente discordantes, ya que con la solución en vena no se apreciaron mejoras en el rendimiento, pero sí con la ingesta.
Este resultado nos da a entender que nuestro sistema nervioso central, nuestro cerebro, es capaz de detectar la presencia de carbohidratos en nuestra boca mediante sensores, generando una sensación de bienestar y estimulando nuestro rendimiento.
Podemos afirmar que en situaciones de alta intensidad, de una duración aproximada de una hora, enjuagues bucales o ingestas muy pequeñas de carbohidratos (carbohidratos en la boca, sin necesidad de que lleguen al estómago), generan estímulos en nuestro cerebro, que nos aportan una mejora de nuestro rendimiento y de nuestra sensación de bienestar, sin tener que comer nada.
Podemos poner todo esto en práctica en nuestros entrenamientos mediante un caramelo, una piruleta, una golosina, un trozo de fruta, un trozo de pan, una galletita, un sorbo o enjuague de una bebida con carbohidratos…, y así comprobar si realmente notamos esa pequeña mejoría de sensaciones, ya sea en rendimiento o en bienestar.
En cuanto a las competiciones, lo podremos aplicar en aquellas de corta duración, (45-75min), en las que queramos hacer un buen tiempo, sin tener que pararnos ni bajar ritmo para ingerir carbohidratos. Un caramelo puede darnos el empuje necesario para salir de un momento de bajón y mejorar nuestra marca.
Todo esto tiene sentido siempre y cuando tengamos una alimentación habitual y una alimentación previa al ejercicio, adecuada.
Carles Rosés Pol
Burke, L. M.,Wood, C., Pyne, D. B., Telford, R. D., & Saunders, P. U. (2005). Effect of carbohydrate intake on half-marathon performance of well-trained runners. International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism, 15, 573–589.
Carter, J. M., Jeukendrup, A. E., & Jones, D. A. (2004a). The effect of carbohydrate mouth rinse on 1-h cycle time trial performance. Medicine and Science in Sports and Exercise, 36, 2107–2111.
Carter, J. M., Jeukendrup, A. E., Mann, C. H., & Jones, D. A. (2004b). The effect of glucose infusion on glucose kinetics during a 1-h time trial. Medicine and Science in Sports and Exercise, 36, 1543–1550.