Seguramente el tronchacadenas sea una de las herramientas básicas del ciclista más olvidadas
De hecho estoy seguro que algunos ciclistas ni tan siquiera han oído hablar de ella y muchos menos la habrán tenido que usar. Sin embargo debería ser un elemento imprescindible del kit de herramientas. Si se tiene la mala suerte de partir la cadena en uno de los entrenamientos, tenerlo o no, será la diferencia entre quedarse tirado a la espera de que alguien nos recoja o poder llegar a casa sin apenas contratiempo.
El tronchacadenas sirve para poder reparar o sustituir un eslabón de la cadena de la bicicleta que se haya roto o partido. No es una avería demasiado común pero por el precio que tiene vale la pena llevarlo siempre junto a la cámara de repuesto y las demás herramientas. Es plano para guardarlo fácilmente, apenas pesa y no ocupa sitio. Aprender a usarlo es bastante sencillo aunque recomiendo que pasemos por algún taller de bicicletas y pidamos algún trozo de los que tengan para tirar y así poder practicar antes de encontrarse en una situación real.
Las roturas de cadena son más habituales en la bicicleta de montaña, sometida a mucha más tensión y cambios de ritmo, que en la de carretera. Precisamente un servidor ha tenido la mala suerte de haberla roto dos veces montando en btt. Todavía agradezco a un compañero de grupeta que llevase un tronchacadenas encima para socorrerme. Ese mismo día, por la tarde, compré el mío.
Guardo aún más en el recuerdo aquella salida en la que me encontré un grupo de cuatro ciclistas en medio de una carretera rural por la comarca de El Penedès, en Barcelona. Uno de ellos había roto su cadena y me pararon con la esperanza de comprobar si llevaba la herramienta que necesitaban. Fue su día de suerte y mi buena obra del día.