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Podemos decir que la fuerza mejora el rendimiento del nadador. Esto es un hecho científicamente demostrado. Por ello, es importante trabajar esta capacidad si queremos mejorar nuestro rendimiento en este medio acuático (Navarro, F., Oca, A. (2010). Entrenamiento físico de natación. Madrid: Cultivalibros).

La selección de los ejercicios para el entrenamiento de fuerza en natación debe hacerse buscando la transferencia, con el fin de obtener el mayor efecto positivo sobre el rendimiento competitivo en cada una de las pruebas. Para que se produzca dicha transferencia, los ejercicios seleccionados deben respetar al máximo las características del gesto técnico competitivo.

Tenemos que saber que en la natación (deporte cíclico) es esencial la aplicación de fuerza/resistencia. Aunque la presión ejercida durante la fase propulsiva no es elevada, se repite muchas veces, lo cual hace necesario tener esta capacidad lo mejor desarrollada posible.

Ejercicios específicos: En ellos participan grupos musculares que intervienen en la ejecución del gesto técnico deportivo, realizados imitando el movimiento competitivo:

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– Parte media: Abdominales, lumbares, estabilizadores.

– Parte superior: Dorsal, ParaVertebrales, trapecio, deltoides, tríceps, bíceps, pectorales y parte inferior en segundo plano. Estos ejercicios pueden realizarse en seco (tracción con bandas o gomas elásticas, con aparatos de fricción, en banco de polea, banco isocinético, Fitballs o pelotas medicinales).

Ya que el objetivo principal es lograr una fatiga muscular para crear adaptaciones y lograr esa fuerza/resistencia, los realizaremos en forma de circuito: 3 vueltas y entre 12 y 16 repeticiones entre el 50 y 70% de 1RM y distanciándolas como mínimo de 48h.

A continuación, en el siguiente vídeo proponemos una selección de los mejores ejercicios específicos para la natación, en todos ellos el CORE estará activado y lo ejecutaremos técnicamente lo mejor posible.

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