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El sabor del triunfo no se olvida y, no nos vamos a engañar, es agradable, muy agradable. Cualquier querría sufrir, agotarse y dejarse hasta la última gota de energía a cambio de saborear ese preciado manjar: la victoria. Solo de esa manera se entiende que hasta siete ganadores del Ironman de Lanzarote se vuelvan a dar cita en la isla del viento.

Si ese mantra de que el dolor es pasajero y la gloria eterna, estos siete gladiadores victoriosos no regresarían a la isla que más se asemeja a Hawaai, ¿es necesario sufrir ocho horas cuando ya te has ganado el respeto de los volcanes? No es necesario pero, insisto, la sobro de la victoria muy agradable.

Solo así se entiende el enorme cartel de la 26 edición del Ironman de Lanzarote, en la que el aviador Jesse Thomas tratará de revalidar victoria que logró ante Jan Frodeno en 2015 y qe le puso en primera líena del panorama internacional. Alessando Degasperi, ganador en 2015, Romain Guillaume, vencedor en 2014, y la baza española Víctor del Corral que ya se coronó en el Ironman de Lanzarote en 2012 tratarán de arrebatarle el mando.

En categoría femenina la cosa no estará menos reñida ya que la actual ganadora en Lanzarote, Tine Holst, se verá con sus dos predecesoras en lo alto del podio Diana Riesler y Lucy Gossage, vencedoras en 2105 y 2014 respectivamente.

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Tras los superhombres llegan los mortales, no se crean que todo es vino y rosas en Lanzarote. Después de  Jesse Thomas, Víctor del Corral o Tine Holst llegarán a meta cerca de 1500 triatletas con sus sueños, sus objetivos y para los que la vitoria es cruzar la línea de meta en el Ironman más antiguo de los que se celebran en Europa. No es baladí.

Más de 1.500 triatletas con un objetivo en mente, lograr una victoria vital y escuchar el ansiado “You are an ironman”

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