Cada vez son más los niños/as, (sobre todo hijos/as de triatletas) que siguen el camino de sus padres en este bonito deporte. Pero ojo, es muy importante saber cómo actuar para no agobiarlos, estresarlos, saturarlos y evitar que acaben abandonando el deporte.
La realidad es que la motivación actúa como un auténtico motor en la práctica deportiva de cualquier joven triatleta. A continuación, vamos a nombrar los tipos de motivación más importantes y cuáles llevar a cabo:
- Motivación básica y motivación cotidiana
La primera consiste en que el triatleta se centra fundamentalmente en logros personales, marcas, resultados en competiciones…
La segunda se refiere a la atracción del niño/a por la actividad, con independencia de marcas, resultados deportivos… centrándose sobre todo en el rendimiento propio, amistad con los compañeros y diversión en el entrenamiento.
- Motivación intrínseca y motivación extrínseca
La intrínseca se relaciona con la motivación que tiene el niño con la propia actividad. El triatleta practica triatlón porque se divierte, le gusta superarse a sí mismo. Es decir, disfruta con la realización de la propia tarea.
La extrínseca se relaciona con triatletas que dependen de un refuerzo externo para la práctica de la actividad. Por ejemplo, los que solamente entrenan para ganar un trofeo, conseguir un premio metálico, que los convoque la selección, prestigio social, etc.
- Motivación orientada hacia el ego y motivación orientada hacia la actividad
El ego se ve reflejado en triatletas que están motivados por la competencia o “pique” con otro triatleta, juzgan su nivel por la comparación con otros.
La segunda la llevan a cabo triatletas que juzgan su nivel en comparación con ellos mismos y con la trayectoria que llevan.
Así pues, después de ver los diferentes tipos de motivación, para conseguir continuidad y evitar grandes tasas de abandono en la práctica de triatlón llegamos a las siguientes conclusiones:
La motivación cotidiana es fundamental. El niño se tiene que divertir entrenando, hacer amigos etc.
La motivación intrínseca debe prevalecer sobre la extrínseca. NO se debe enfocar la práctica de triatlón solamente a conseguir un logro externo.
La motivación orientada hacia la actividad debe predominar sobre las comparaciones con otros triatletas.
En resumen, debemos hacer que el niño/a se divierta, juegue, haga amigos y mejore respecto a sí mismo. Así conseguiremos una continuidad deportiva, que es fundamental para que pueda conseguir algún logro deportivo en el futuro.