Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que la gran mayoría de triatletas centran su entrenamiento en la natación, el ciclismo y la carrera a pie, sin prestar atención a las transiciones. Es cierto que, para todos aquellos triatletas que compiten con el único objetivo de disfrutar y no mirar el reloj, no les importa perder unos minutos en las transiciones.

¿Pero qué pasa si estamos persiguiendo un tiempo concreto? ¿Si cada segundo cuenta? Aquí os dejamos algunos consejos para ir más rápido.

1. Planificación previa

De entrada, y antes de entrar en detalles, es muy importante llevarlo todo planificado, para que nada nos pueda sorprender el día de la carrera. Tener una buena planificación mental previa a la prueba nos será de mucha ayuda.

2. Minimalismo

Este concepto que se está poniendo de moda por ejemplo cuando hablamos de las zapatillas de correr también lo podemos aplicar a las transiciones. Cuántas menos cosas tengamos que hacer en las dos transiciones de un triatlón, mejor.

3. Zapatos en los pedales

Primero, tendremos que ajustar la bicicleta en la zona de transición, uniendo los zapatos a los pedales. Al salir de la T1, situaremos los pies encima de los zapatos, ya situados correctamente en los pedales con la goma bien ajustada. Una vez estamos ya en marcha, con velocidad, deslizamos los pies y los introducimos en los zapatos. Y algo importante: con la mirada al frente, ya que podríamos tener un accidente. Y al llegar a la T2, realizamos la misma acción pero al inrevés. Sobre todo, es recomendable practicar esta acción en entrenamientos.

4. Una sola prenda para competir

Para no tener que realizar cambios de ropa en las transiciones, podemos realizar toda la prueba con una sola pieza, los llamados tritraje, que ya llevaremos puesto debajo del neopreno en la natación. Así podemos ahorrar varios minutos.

5. Los gadgets, unidos a la bicicleta

Para no perder tiempo, es una buena opción poner en la bici todos los elementos extras que necesitamos para la carrera. Desde los geles y barritas, que podemos unir con una cinta adhesiva en el marco de la bici, hasta las gafas de sol, una cámara de repuesto y, claro está, los bidones de agua.

6. Los zapatos de correr, a punto

Para no perder tiempo en atarnos los cordones de los zapatos en la T2, la solución es dejarlos listos. Así pues, si son cordones convencionales podemos dejarlos ya atados (asegurándonos antes que podremos meter el pie), mientras que si son los llamados “cordones de velocidad” será mucho más rápido. Y para asegurarnos que entrará el pie, podemos añadir un poco de polvo de talco en el interior del zapato.

7. Navegación

Del mismo modo que a veces salimos de un centro comercial y no hay manera de encontrar el coche que tenemos aparcado, en la T1 nos puede ocurrir algo similar. La cantidad de bicis juntas, sumado al cansacio o mareo que a veces podemos notar al salir del agua, pueden hacer que encontrar nuestra bici sea complicado. Es importante, antes de empezar, memorizar en qué fila la tenemos.

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