Su sabor no es del agrado de todo el mundo, pero sus propiedades le convierten en uno de los alimentos “obligatorios” para cualquier deportista de resistencia.

¿Eres fan del pescado o sigues deprimiéndote cuando lo ves en el plato como cuando eras pequeño? Lo cierto es que son muchas las personas que no acaban de “enamorarse” de su sabor, pero si eres triatleta y entrenas a diario quizás lo que te explicaremos a continuación te interese. Y es que hoy te traemos 5 motivos por los que deberías incluir el pescado de forma habitual en tu dieta:

Tu corazón lo notará…

La American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) lo recomienda al menos dos veces a la semana. Es rico en proteínas, grasas saludables, vitamina D y antioxidantes, por lo que su injesta frecuente disminuye considerablemente el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Para una persona que practica actividad física a diario, cuidar su motor debería ser algo sagrado.

… y tu cerebro también

Además de todas esas propiedades, se ha demostrado que los altos niveles de omega 3 de la mayoría de pescados afectan de forma positiva al funcionamiento y desarrollo de nuestro cerebro. Algunos estudios indican que el pescado ayuda a prevenir casos de Alzheimer y depresión.

Es ideal para recuperarte tras duros entrenamientos

Sus altos niveles de antioxidantes y proteínas lo convierten en un excelente recuperador. Además, como comentábamos, también contiene vitamina D, que protege huesos y músculos, por lo que disminuye el impacto que tienen los sobreesfuerzos en nuestras articulaciones .

Protege tu piel

No es un substitutivo de la crema solar pero, debido a su composición, el pescado nos da un plus en nuestros procesos de protección de los rayos ultravioleta del sol. Y ya lo sabes, los triatletas pasamos horas y horas al aire libre así que cuidar nuestra piel es vital si no queremos sufrir problemas de salud con el tiempo…

Existen pocos alimentos tan versatiles

Volviendo al tema del sabor, trataremos de convencerte si eres de los que prefieren un buen plato de carne. El pescado puede cocinarse de una amplia multitud de maneras, por lo que considera darle otra oportunidad si crees que no te gusta. Puede añadirse a ensaladas, platos de pasta o cocinarse al horno con un poco de aceite, patata y cebolla. A nosotros ya se nos está haciendo la boca agua…

Fuente: triathlete.com