Cuando hacemos un deporte aeróbico como nadar, pedalear o correr, se desarrollan, tonifican y se vuelven más efectivos los músculos implicados en esos gestos motrices haciéndonos mejores nadadores, ciclistas y/o corredores.
Pero si no hacemos un trabajo muscular paralelo que permita compensar muscularmente el resto de la musculatura tendremos 4 graves problemas:
- Peor rendimiento.
- Mayor riesgo de lesión.
- Peor físico.
- Menos solvencia en la vida real.
- Peor rendimiento.
Cuando se hace el gesto motriz repetitivo de la natación, bicicleta y carrera, siempre se van a desarrollar los mismos grupos musculares que suelen ser músculos grandes, y esto incidirá en que los músculos pequeños que asisten a ese mismo movimiento se vayan atrofiando y por consiguiente a la larga dejemos de tener otros músculos accesorios que por pequeños que sean ayudan a mejorar y a dar más poderío a la brazada, el pedaleo o la zancada.
- Mayor riesgo de lesión.
Trabajar siempre los mismos grupos musculares en posiciones muy estándares en las que el gesto es siempre muy similar, con unas angulaciones y unos recorridos articulares muy pobres, miles y miles de veces, harán que el riesgo de lesión sea inminente si no hacemos un trabajo de desarrollo muscular con otros rangos articulares y compensando la musculatura antagonista.
- Peor físico.
Si bien un triatleta tiene una musculatura “balanceada” al trabajar 3 disciplinas diferentes, lo cierto es que puede tener descompensaciones palpables que se dejan ver en la estructura corporal y que si no se corrigen con ejercicios compensatorios a la larga puede derivar en problemas posturales por ciertos acortamientos y descompensaciones que serán muy visibles en la estética del deportista.
- Menos solvencia en la vida real.
De nada sirve hacer un IronMan si luego cuando vamos a colocar una maleta en el tren y no tenemos fuerza para cogerla o nos da un tirón en la espalda por no tener una musculatura corporal armónica y lo suficientemente bien trabajada para afrontar cualquier situación del día a día. Por ello compensar muscularmente nos hará ser hombres de hierro no solo en el triatlón sino también en la vida real dado que el 99,9% de los que leáis este artículo no sois deportistas profesionales y practicáis el triatlón para estar mejor en vuestras vidas y no al revés.
Si te ha quedado claro por qué es tan importante el trabajo de compensación muscular, te animo a trabajarlo a través de diferentes rutinas que te marcará tu entrenador con pesas, gomas, aparatos y también con múltiples ejercicios con tu propio peso corporal.
Si estás interesado en tener alguna rutina sencilla que puedas hacer tu mismo de manera sencilla para compensar muscularmente en triatlón, ponte en contacto conmigo a través de mi web (www.intelligentrunning.es) o escríbeme a intelligentrunning@gmail.com diciendo que eres lector de Triatletas en Red y estaré en cantado de hacerte llegar GRATIS una serie de 10 archivos interesantes que seguro te ayudarán en esta importante parcela del entrenamiento.