¿Quién no se ha levantado por la mañana sin poder mover un dedo por la paliza del día anterior? Esas rectas nadando, subiendo ese puerto de rampas infernales o haciendo una buena tirada de cara a esa media maratón que tenemos dentro de dos meses.

Está claro que sin entrenamiento no mejoraremos nuestras marcas, pero tan importante como entrenar es el saber descansar y recuperarse después de nuestras sesiones.

Existen diferentes formas de recuperar tras el esfuerzo realizado. La clave está en saber aplicarlas de forma correcta para que sean lo más eficientes posibles. Algunos de estos métodos son:

1. Los estiramientos

Lo típico. Y no por ello menos efectivo. Estirar tras realizar ejercicio es fundamental. A parte de evitar que parezcamos unos “patapalo” debido a nuestra nula flexibilidad, ayudará al músculo a recuperarse después de un esfuerzo y prevendrá futuras lesiones.

2. La crioterapia

O lo que es lo mismo: aplicar frío al músculo. No, no hace falta meterse en esos cacharros raros que usan Cristiano Ronaldo y compañía con menos grados que el Polo Norte en diciembre. Basta con una ducha de agua fría o echarle unos hielos a la bañera… todo depende de la valentía de cada uno.

playitas resort

3. Los masajes

Un buen masaje nos ayudará a que el retorno venoso sea mayor, así como a tratar los músculos contracturados. Por desgracia, no todos disponemos de un masajista personal ni nos podemos permitir uno. Para ello, existen otros medios más económicos: el conocido como Foam Roller, un rodillo de espuma que hará las funciones de masajista y nos ayudará con los “puntos gatillo”. Puedes tener el tuyo por menos de 20€.

4. Ropa compresiva

La ropa compresiva está de moda, pero ¿es realmente efectiva o es una moda más? Pues bien, los beneficios de usar este tipo de prendas durante el ejercicio no están del todo comprobados. Sin embargo, una buena prenda compresiva usada durante la recuperación nos ayudará a estimular la circulación sanguínea del músculo y por lo tanto favorecerá la recuperación.

5. La vuelta a la calma

Y es que nunca debemos terminar nuestra sesión de entrenamiento en seco. Una disminución progresiva de la intensidad del mismo nos ayudará a que acabemos menos fatigados y nuestros músculos recuperen mejor.

6. Electroestimulación

Estos aparatitos de tortura que nos aplican pequeñas descargas eléctricas han pasado a ser, debido a la gran demanda, una forma más que interesante de recuperar nuestros fatigados músculos. Actualmente, la gran oferta en modelos y marcas nos permiten tener nuestro propio aparato de electroestimulación desde 40€.

7. La alimentación

Los alimentos son la gasolina de nuestro cuerpo. Sin una buena alimentación, estamos perdidos. Debemos llevar una dieta equilibrada, pero lo mejor para después del ejercicio: hidratos de carbono y proteína antes de las dos horas tras el entrenamiento.

8. El sueño

Forma parte, junto con la alimentación, del conocido como “entrenamiento invisible”. Procura dormir 8 horas diarias en un ambiente óptimo para el sueño y tu rendimiento y predisposición al esfuerzo serán mayores.

Ante todo conoce tu cuerpo y aprende a escucharlo. Un descansito de vez en cuando es el mejor “método” para tener las pilas cargadas los días siguientes.

jfjnfknfvkvn