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Recien galardonado con el Premio Deportes 2014 de la Universidad de Coruña, Carlos Prieto atiende a Triatletas en Red para valorar su relación con el tetracampeón del mundo, sus aspiraciones para 2015 y el futuro del deporte. Prieto, entrenador de Javier Gómez Noya se marchará la próxima semana a las Islas Canarias para empezar la pretemporada.

Felicidades por el premio. ¿Qué supone para ti?

Es un orgullo. Estoy muy contento de que se hayan fijado en el trabajo que estamos realizando con Javi (Gómez Noya). Sin su figura, su talento y sus condiciones, no se vería reflejado. También me alegra por que el premio venga de la universidad donde yo estudié. Estoy muy agradecido.

Llevas en el triatlón desde 1991. ¿Cómo ha cambiado el deporte en tu faceta de entrenador?

El deporte ha variado mucho desde que se inició en España en los años noventa. La forma de entrenar era totalmente distinta y las características de los atletas han cambiado. La evolución ha ido orientada hacia las demandas de triatletas que corrían y nadaban más. Hoy en día, en la élite mundial, se ve que los mejores triatletas del mundo son atletas, con unas condiciones para correr a pie como cualquier atleta de élite, al que debemos añadir una excelente formación como nadador y unas cualidades buenísimas como ciclista. Las carreras de alto nivel se definen a pie.

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¿Se pueden comparar la era actual del triatlón con la de hace veinte años?

(Piensa). En algunos aspectos las características son similares. Se necesita una gran capacidad de entrenamiento, casi obsesiva. Los que empezábamos en el triatlón hace unos años eramos tratados de locos (risas). Hoy en día para entrenar las tres disciplinas sigues teniendo  que tener unas características de entrenamiento por encima de lo normal. Evidentemente también han variado aspectos en la forma de entrenar o el material.

¿Es importante tener un pasado como triatleta o seguir entrenando para un entrenador?

Si, el llevar más de veinte años practicando esta disciplina cada día y entrenando duramente te da una percepción diferente del esfuerzo del atleta y de su recuperación. También de sus sensaciones en carrera y del día a día. Ahora intento entrenar todo lo que puedo con el grupo para vivir a pie de obra el trabajo que estamos haciendo. Evidentemente no todas las sesiones pero sí las que puedo hacer con ellos. Prefiero percibir el ritmo y la fatiga con la que entrenan, que no ir con la moto.

Se corre cada vez más rápido. ¿Hacia donde va el triatlón?

Tendremos que esperar a la irrupción de nuevos talentos como fueron los hermanos Brownlee o Javi en su momento. A ver donde está el siguiente escalón y dónde pone el techo. Hay muchos jóvenes que prometen pero luego alcanzar el nivel de rendimiento que puede alcanzar Javi es muy complicado. Para conseguirlo se necesita entrenar mucho, y mucho tiempo. No vale trabajar mucho durante una temporada. Puede que alguno destaque durante un tiempo, pero para ser unos monstruos del triatlón como son Javi, Mario o los Brownlee requieres de unas características excepcionales y una capacidad de trabajar mucho y durante mucho tiempo que poca gente tiene.

A la exigencia del entrenamiento y las competiciones se le suma viajar.

Para mi lo más difícil del circuito mundial es gestionar la fatiga y los estados de forma. El triatlón es un deporte de locos, y con el que viajamos durante siete meses sin apenas descanso, con jet lag, cambios de clima y tratando de sacar un rendimiento elevado. Encima le sumamos que podemos tener pequeñas lesiones o enfermedades, desmotivación y problemas personales con este nivel de vida. A veces estás bien y sabes que estás bien pero es difícil conseguir un resultado con la fatiga. Probablemente es uno de los handicaps más importantes, ser capaces de gestionar y recuperar bien, saber cuál es tu límite y en qué punto estás de tu límite para saber hasta dónde puedes llegar. Así no te pones demasiado fuerte al principio y gestionas bien toda la temporada.

Gómez Noya Carlos Prieto en Hamburgo

Jovenes como Henri Schoeman, que entrenó el año pasado con vosotros.

Estuvo entrenando con nosotros el año pasado por que en Sudáfrica no tenía a nadie con quien entrenar. Fue campeón de África y tuvo buenos resultados, pero le faltó continuidad en el entrenamiento y competiciones porque venía con molestias en una rodilla. No pudo entrenar la carrera a pie con continuidad y eso se notó en carrera. Se bajaba a correr en el grupo de cabeza pero le faltaba entrenamiento para poder dar el máximo rendimiento. Este año se quedará en Sudáfrica porque las federaciones empiezan a controlar a sus atletas de cara a los Juegos Olímpicos.

El año pasado entrenaban también con vosotros Jesús Gomar y Cesc Godoy, que esta temporada no estarán. Se mantiene Pablo Dapena y se une Uxío Abuín. ¿Es complicado entrenar con Javi?

Sí, mucho porque es un trabajo muy exigente todos los días y hay que estar concienciado de que Javi es quien es por sus características pero también por su trabajo cada día. Y en eso es superior a la media de los triatletas. Es una dinámica de muchas horas de entrenamiento, muchos viajes, fatiga y meses fuera de casa. Hay pocos triatletas que sean capaces de afrontar siete meses de entrenamiento altísimo y viajes constantes, teniendo que rendir. Entrenar y competir en casa es fácil, pero el problema se agrava cuando tienes que competir en el circuito mundial y tienes como objetivo ser campeón del mundo. Y ahí no tienes mucho margen de maniobra por que te estas peleando con atletas de la talla de los hermanos Brownlee o Mario Mola.

¿Cómo se enfoca 2015?

En principio haremos una planificación un poco más conservadora, pero hay que ser consciente que los atletas profesionales viven de su trabajo. Y en un país como España que algunas veces no se apuesta por objetivos a medio y largo plazo, sin una planificación por parte de los estamentos públicos, el atleta tiene que seguir viviendo y consiguiendo resultados. Tendremos que conjugar el enfoque de este año con la planificación para los Juegos Olímpicos de 2016. Será un año más tranquilo dentro de lo que se puede denominar ‘tranquilo’ a estos niveles (risas). Intentaremos gestionar las situaciones complicadas de forma correcta y no arriesgaremos tanto como hicimos el año pasado en determinadas carreras, a las que vas con molestias. Incluso a veces la dinámica de la competición te hace hacer cosas que no harías si no estuvieras disputando un campeonato del mundo. En eso tendremos más cuidado para llegar más frescos a final de temporada y recuperar bien para preparar los Juegos el próximo año e intentar hacerlo lo mejor posible.

¿El aumento de Series Mundiales (habrán diez) cambia la planificación?

Nos da un poco más de maniobra por si tenemos cualquier imprevisto y tenemos que meter un descanso. Lo intentaremos gestionar de  una forma más tranquila. En años anteriores, al ser más corta la temporada, si tenías un problema en un momento clave, te lo condicionaba todo. Este año habrán más carreras y los triatletas se repartirán más en las carreras, por lo que puede ser que lleguen más ajustados de puntuación a la Gran Final. Todos miraran y miraremos dónde van nuestros competidores en busca de puntos y salvo cosa extraña, los mundiales se están decidiendo en la Gran Final.

¿Por qué a veces hay gente que piensa que un cuarto puesto de Javi es un fracaso?

El público no sabe lo difícil que es ganar carreras o hacer un quinto o sexto puesto. Javi estos años ha tenido un rendimiento muy elevado, ganando muchísimas carreras. Cuando uno se acostumbra a ser primero, segundo o tercero, parece que cualquier otra cosa es un fallo. Es difícil hacer buenas posiciones en una Serie Mundial, y muy difícil ganarla. Hemos entrado en esa dinámica y parece que se desmerece un cuarto o quinto puesto. A veces hay cuartos  terceros que saben a victoria o a la inversa, depende de la dinámica de la competición. A Javier lo que le interesa más son los fallos ha cometido y por qué los ha cometido más que la posición de carrera. El Mundial consiste en saber jugar las cartas que uno tiene.

Ahora parece que solo es un reto hacer larga distancia. Y, en ocasiones, se desmerece el correr rápido.

Lo que está claro es que ir rápido es lo difícil. Muchos de los triatletas que han corrido en distancia olímpica se están pasando a larga con éxito. Se está viendo que a medida que aterrizan triatletas que han entrenado distancia más corta y a gran intensidad . En larga distancia todavía les falta un punto y hay especialistas como Kienle que siguen dominando en Hawái. La larga distancia sufrirá un cambio importante a medida que atletas de la talla de Javi o los hermanos Brownlee se vayan pasando y adaptando. Variará la forma de encarar carreras y generará más emoción. Aún así, lo difícil sigue siendo ir rápido, y eso es así.

Foto: Julien Heon / Pablo Bosch

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