El popular actor Dani Rovira acaba de finalizar el rodaje del film 100 metros en el que protagoniza a Ramón Arroyo, un afectado de esclerosis múltiple que logró finalizar un triatlón de larga distancia. Así es como le ha picado el gusanillo del triatlón al malagueño.
Te enfrentas en breve al reto Ironman 70.3 Barcelona, un debut nada fácil sin una buena base, ¿Cuál es el historial deportivo de Dani Rovira?
Hice deporte de manera instintiva y natural desde niño. Mucha bicicleta de montaña, defendiendo la portería como portero de fútbol sala, kick boxing y ya de ahí mi decisión de estudiar INEF en Granada. Maravillosa etapa en la que pude descubrir los fundamentos y esencias de los principales deportes convencionales.
A partir de los 30, puede que debido a esa temida “crisis de los 30” empecé a correr de manera más habitual y, digamos, disciplinada. Afrontando cada vez, de manera más cómoda la distancia de 10.000 en cada entrenamiento y en las maravillosas carreras populares. Varias medias maratones vinieron después, realizando en varias ocasiones la de mi ciudad, Málaga.
Hace dos años me decidí a correr la Maratón de Barcelona y conseguí acabarla con un tiempo muy modesto, pero no con poco esfuerzo.
Hace apenas unas semanas conseguí la piedra de “Finisher” de la Titan Desert (experiencia física más dura y exigente hasta el momento) y estoy ahora a escasos días de participar en mi primer IRONMAN 70.3 en Calella.
¿ En que momento y por qué te planteas participar en el IRONMAN 70.3 de Barcelona?
A raíz del proyecto cinematográfico de “100 METROS” en el que tengo la oportunidad y responsabilidad de personificar a Ramón Arroyo, enfermo de esclerosis múltiple, que consiguió, una vez diagnosticada la enfermedad, realizar un IRONMAN.
Sabemos que has testado el circuito de bici, ¿qué opinión te merece?
Me ha encantado. Cierto es que lo probé con una bici “cabra” y al no ser yo muy técnico y no estar acostumbrado a acoplarme, era una bici que no me venía bien por las características de recorrido. Así que optaré por una bici de carretera normal. Son tres puertitos de montaña que lo harán más divertido. Y además, un terreno “lisito” y bien asfaltado…que viniendo de la TITAN DESERT, es todo un regalo.
¿Cuáles son las mayores dificultades que te estás encontrando en el camino a la prueba? ¿Donde crees que tienes el punto débil?
La mayor dificultad, sin duda, es la falta de tiempo para entrenar. Con una agenda tan apretada de compromisos laborales y viaje, es muy difícil y sacrificado buscar huecos de calidad para el entrenamiento. Cuando solo corría, era todo mucho más fácil y rápido. La bici y la natación requiere de un tiempo y ciertas características logísticas (horarios, luz solar, buen tiempo) que te lo complican un poco más. Y que aprendí a nadar “relativamente bien” hace tres meses.
¿Cómo estás preparando el asalto a tu debut?
Con mucho esfuerzo, arañando horarios y momentos al día, pero con cierta calma. Sobre todo porque el objetivo es acabarla y disfrutarla. Ya hablaremos en un futuro de marcas y tiempos.
¿Por qué un evento IRONMAN para debutar?
Pues porque las circunstancias así lo han querido. Si me estreno, me estreno con la mejor de las pruebas y en una localidad volcada como es Calella.
A falta de unas semanas, ¿cuáles son tus sensaciones ?
Estoy algo asustado con la natación. Es el medio que menos controlo, no sé cómo es nadar con tanta gente, si el mar estará tranquilo, si perderé mucho tiempo. En la bici estoy acostumbrado al sacrificio y a tirar de piernas si falla todo lo demás…y correr, no me asusta…a mi ritmo, llegaré.
¿Qué aporta a tu día a día la práctica deportiva?
Sentirme bien en muchos aspectos. La liberación de endorfinas, al ducharte y descansar. El sentirte a gusto con tu cuerpo, ágil, con fuerzas, saludable. Me ayuda a desestresarme, liberar la cabeza de agobios. Combino los entrenamientos con músicas y es el momento de desconexión del día, donde puedo organizar mis ideas o simplemente no pensar en nada. ¡Ah! Y como dice mi entrenador Martín Giacchetta: “Te hace tener un desnudo bonito”, jajajaja.
¿Veremos a Dani Rovira en la salida de un Full IRONMAN en un futuro?
No me gusta viajar al futuro. Primero quiero disfrutar de la media distancia y luego ya veremos. Un full Ironman requiere de una dedicación, tiempo y sacrificio, que en el momento de mi vida en el que me hayo, no sé si estaría dispuesto a afrontar.
¿Hay algún triatleta con el que te gustaría compartir un entreno, o unas cañas?
No es que conozca a muchos. Pero con cualquiera con los que he compartido momentos en el rodaje de 100 METROS, que hicieron de figuración y me colmaron de consejos y de buenas energías, me encantaría. Con los profesionales me iría de cañas, pero a entrenar no, que no quiero que pierdan un día, así, por la cara.
¿Qué es más duro para ti, lanzarte al agua en un triatlón o actuar en un teatro lleno hasta arriba?
Lanzarme al agua, por supuesto. Actuar en un teatro lleno para mí es como para un delfín nadar 300 metros.