Casi veinte años después de conquistar el Campeonato Mundial Ironman de Kona en 2006, Michellie Jones sigue demostrando que la verdadera grandeza no desaparece.
El pasado fin de semana, la australiana volvió a dejar su huella en Marbella (España), donde conquistó su segundo título mundial consecutivo en el Campeonato Mundial Ironman 70.3 dentro de la categoría femenina de 55 a 59 años.
Jones completó el exigente recorrido en 5:25:36, con parciales de 35:32 en natación, 3:07:46 en ciclismo y 1:37:59 en carrera a pie. Con este resultado repitió su hazaña de 2024 en Taupō (Nueva Zelanda), consolidando un dominio que va mucho más allá de las cifras. Entre los 6.300 triatletas de 114 países que participaron en Marbella, su actuación fue una clara muestra de constancia y disciplina.

UNA LEYENDA DE MÚLTIPLES MUNDOS
Para quienes han seguido su trayectoria, lo ocurrido en Marbella no es una sorpresa. Michellie Jones ha sido, durante más de tres décadas, una de las figuras más completas y respetadas del triatlón mundial. Campeona mundial ITU en 1992 y 1993, campeona mundial de Xterra en 1996, medallista de plata olímpica en Sídney 2000 y campeona mundial de Ironman Kona en 2006, Jones ha conseguido lo que muy pocas atletas logran: dominar diferentes versiones del mismo deporte a lo largo de distintas eras.
Su nombre está inscrito entre los pocos capaces de unir en una misma carrera la velocidad, la técnica y la resistencia mental necesarias para destacar en todas las variantes del triatlón.
DEL PODIO A ENTRENADORA
Lejos de desaparecer tras su retiro del circuito profesional, Jones optó por transformar su experiencia en guía para otros. En Río 2016, fue la entrenadora y guía de la atleta paralímpica Katie Kelly, con quien conquistó la medalla de oro en los Juegos Paralímpicos.
Su influencia va más allá de los resultados: representa una forma de entender el deporte basada en la profesionalidad, la constancia y una humildad que ha inspirado a miles de atletas, tanto dentro como fuera del agua.
UN LEGADO QUE SIGUE CRECIENDO
Instalada en California, Jones continúa compitiendo, enseñando y demostrando que la pasión puede ser eterna. Su ingreso al Salón de la Fama del Ironman (2019), así como a los de la ITU y Triatlón Australia, reconocieron una trayectoria legendaria. Sin embargo, sus recientes títulos mundiales en grupos de edad son una nueva prueba de que su historia sigue viva y en constante evolución.
A los 56 años, Michellie Jones no corre para añadir trofeos a su vitrina, sino para seguir disfrutando del viaje que empezó hace más de tres décadas. Un viaje que hoy inspira a toda una generación de triatletas a creer que los límites solo existen para ser superados.









