Gwen Jorgense demuestra que va enserio en su particular camino hacia el maratón de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La estadounidense Gwen Jorgensen, de 31 años, va camino de cumplir su próximo objetivo deportivo, ser campeona olímpica en maratón en Tokio 2020. A priori, parece el sueño de cualquier fondista profesional, la diferencia recae en que la protagonista ha pasado la mayor parte de su carrera deportiva en el deporte de las tres disciplinas, el triatlón. Y además, yéndole muy bien. No en vano estamos hablando de toda una campeona del mundo (2014, 2015), con medalla de oro incluida en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016.
Esta vez ha sido en Palo Alto, California, donde ha podido recoger el fruto de su esfuerzo, marcándose el 10k en pista en 31:55, venciendo la prueba por delante de las especialistas Carrie Dimoff y Karissa Schweizer, en la que supone la tercera mejor marca de la temporada. La prueba reunía a 9 de las mejores atletas nacionales del momento y aunque Jorgensen no tiene aspiraciones deportivas en la pista, la victoria invita al optimismo y a pensar que si sigue en esta dinámica es más que posible que la veamos en las próximas olimpíadas. A la victoria de este fin de semana, hay que sumarla el segundo puesto y mejor marca personal en 5000 m que hizo el pasado mes de febrero, corriendo a 3:03, y quedando a escasas décimas de Emily Infeld, tercera en el Campeonato del Mundo de 2015 en 10k.
Está más que claro que su “discreta” participación en el maratón de Nueva York 2016 supuso un antes y un después para la estadounidense, en aquel momento hacia pocas semanas que había lograda una plata en las Series Mundiales de Cozumel y sin el suficiente descanso ni la preparación que requiere la distancia consiguió parar el crono en 02:41:01. Por lo visto se quedó con la espinita de lograr un mejor registro y ha decidido probar su valía en la competición más importante en la distancia de Filípides, la de unos Juegos Olímpicos.