Analizamos kilómetro a kilómetro las vicisitudes de la temida bicicleta del Campeonato del Mundo: ascensos, descensos, llanos, tramos técnicos, ‘trampas’…
Mucho se ha hablado del Mundial Ironman de Niza. Favoritos, estrategias, sorpresas y un largo etcétera han copado las conversaciones de expertos y triatletas, pero si en un punto en común han coincido todas las partes es en la trascendencia del segmento ciclista y sus descensos. ¿Cómo son los 180K? ¿Cómo se fraccionan? ¿Cuáles son los tramos más determinantes? ¿Dónde están los peligros o dónde se pueden marcan las diferencias de los que tanto han hablado Blummenfelt, Ditlev, Laidlow o Long?
Montañoso técnico y duro. Así se podría definir el recorrido ciclista por el que los triatletas circularán entre la T1 y la T2 en el que sumarán más de 2.500m de desnivel a lo largo y ancho del interior de la región de los Alpes Marítimos y cuyo grueso principal se concentrará en los primeros 65 kilómetros. Una tendencia de la que únicamente se librará su inicio y final en el icónico Paseo de los Ingleses.

PASEO DE LOS INGLESES (0-10K)
El histórico entorno cubrirá el primer tramo ciclista. Un 10K donde las primeras pedaladas tras la transición se esperan sucedan entre la cautela y la adaptación a las dos ruedas y la velocidad a la que incita su terreno completamente llano y un viento que generalmente es favorable y trasero.
TOURRETES-SUR-LOUP (10-32K)
Uno de los sectores más capciosos del circuito. Se trata de un 20K donde comienzan las primeras rampas del recorrido con pendientes iniciales del 5% en los primeros 5K, que posteriormente y en momentos puntuales superan el 10%.
Tal y como señaló el curso pasado Marta Sánchez, se trata de un 10K donde es “muy fácil sobrepasarse”. La catalana entonces recomendó reservar fuerzas para la segunda mitad, un 15K con una media de entre el 1 y 2% de carretera ancha y buen asfalto donde se puede rodar rápido acoplado y fuerte.
TOURRETES A PONT DU LOUP (32K-38/40K)
El preludio definitivo llegará con un descenso de 6K de pendiente “bastante suave” propicio para realizado acoplado y a fondo. Tras finalizarlo, los triatletas llegarán al cruce que da comienzo a la subida más larga del día.
PONT DU LOUP – BRAMAFAN – GOURDON – COL DE L’ECRE (40-58K)
A priori, uno de los tramos decisivos del domingo. Dieciocho kilómetros en los que acumularán un desnivel de 1.000m aproximadamente con una media de 5,2%.
Las grutas del lobo que les llevará hasta la localidad de Bramafan marcarán la parte inicial. A partir de dicho pueblo, la pendiente comenzará a acrecentarse progresivamente de forma suave y constante. “Sin ninguna rampa muy exigente” como comentó Sánchez. La dureza asomará de forma más evidente en Gourdon donde después les aguardará el ascenso al Col de L’Ecre. Un puerto de 6 kilómetros con una pendiente del 6,2% en los que acometerán 461 de desnivel. Un lugar propicio para acrecentar las diferencias de forma positiva o negativa.
COL DE L’ECRE – THORENC (60-110K)
El segmento rodador por excelencia del circuito. Tras coronar l’Ecre, los triatletas gozarán de un 50K en la meseta prealpina en la que cinco repechos de alrededor del 5% pondrán la ‘sal y la pimienta’. No solo servirá para tomar un pequeño respiro o acelerar, sino que gracias a un pequeño bucle será un punto clave a nivel estratégico puesto que en el kilómetro 90 tendrán una de las pocas referencias visuales y cronométricas del rendimiento de sus compañeros.
THORENC – COURSEGOULES (110-130K)
El primero de los grandes descensos. Un total de 10K divididos en dos mitades bien diferencias. La primera para bajar completamente acoplado y dando pedales, la segunda ‘ratonera’ tal y como calificó Marta Sánchez antes de dejarlo atrás y dar paso a un piso donde aumenta ligeramente la pendiente hasta llegar el pueblo de Gréolières donde empieza la última subida del Mundial, 6K al 4,8%.
CORSEGOULES – BOUYON – LE BROC – CARROS – GATTIÈRES (132-170K)
Una vez coronado el último puerto la carrera se pondrá cuesta abajo y sin frenos en el punto más caliente de la jornada. Nada más y nada menos que 35K de descenso con un pequeño ascenso en el ecuador que no llegará a los 2K y que rozará el 10% al que seguirá un terreno rompedor (baja-sube-baja) entre Bouyon y Le Broc de 7.8 kilómetros con 220 metros de desnivel y que tras superarlo volverán a lanzarse en el descenso que les llevará hasta casi el final.
Será en estos kilómetros donde la carretera se estrechará, ganará algo de complicación técnica y la fatiga acumula especialmente a partir del KM140 va a jugar un papel crucial en el desenlace del segmento. “Allí no se gana la carrera, pero se puede perder y lo que hagan los ciclistas aquí será crucial. La capacidad de mantener la concentración o ausencia de la misma durante toda la bajada debido a la fatiga física y mental va a generar grandes diferencias”.
GATTIÈRES – PASEO DE LOS INGLESES (170-180K)
Cierre circular al segmento ciclista. Tras pasar Gattières los triatletas regresarán a la carretera principal que les conducirá a la T2 en el Paseo de los ingleses. Allí, donde al inicio a priori el viento les será favorable, en el último 10K les será frontal y con él los ciclistas se bajarán de la bicicleta para ya pensar en el maratón final.