El belga retiene su corona en una carrera en la que él y Kristian Blummenfelt llevaron hasta la misma línea de meta el duelo por el oro.

Andalucía es pasión rezaba el lema del Mundial Ironman 70.3 de 2025 y Marbella lo llevó hasta sus últimas consecuencias en uno de los eventos más emocionantes y tensos que se recuerdan para proclamar vencedor a Jelle Geens cuya mayor cualidad fue la estrategia y astucia en los últimos metros para dejar a la delegación noruega con un doblete de color agridulce después de una batalla sin cuartel.

CROCIANI ‘SORPRENDIÓ’ Y LAS SERIES MUNDIALES SE IMPUSIERON A LOS FAVORITOS


La República independiente de mi natación. Eso es lo que planteó Alessio Crociani (22:21) en los 1,9k en los márgenes de la playa de Banús y es que el italiano pese a su etiqueta de debutante no cambió la táctica ni su desempeño en el segmento acuático. Quien le conoce de la corta distancia como Jonas Schomburg sabía de primera mano su estrategia, pero ni por esas o precisamente por ello, el alemán no pudo o prefirió no seguirle.

Algo que imitaron otros nombres típicamente asociados a las Series Mundiales como Vincent Luis, Seth Rider, Michele Bortolamendi, Gregor Payet, Panagiotis Bitados o Tayler Reid que formaron el pelotón perseguidor de 16 unidades en la que también se hallaba otro de ellos, pero ahora con nuevo estatus, Casper Stornes. El único de los grandes favoritos junto con el mencionado alemán y Jamie Riddle en estar en la primera de las persecuciones a +28” del líder.

Ni el defensor del título Jelle Geens, ni Kristian Blummenfelt, ni Magnus Ditlev, ni Nick Thompson ni Rico Bogen o Kristian Høgenhaug  a los que esos tiempos parecen ya caducos accedieron a esos ritmos olímpicos y emergieron del agua con entre +1’y 1’30” perdido. Peor suerte corrió Gustav Iden que tocó la arena a +2’27” por recuperar sobre la bicicleta.

IGUALDAD CICLISTA MÁXIMA ENTRE LOS FAVORITOS


Un segmento ciclista que comenzó con susto incluido que tuvo a Geens como su víctima con un inesperado problema mecánico sin mayor trascendencia que ‘animó’ la transición entre la T1 y unos primeros kilómetros sobre las dos ruedas que anticiparon el cambio de cromos en las posiciones protagónicas. Adiós a los hombres World Triathlon, bienvenidos a los hombres Ironman con permiso de Schomburg.

Con Riddle al frente y el teutón a su rueda, ambos orquestaron la peregrinación a Ojén en esa subida con 640M+ en esos primeros 18K en los que cada giro hasta el municipio malagueño se convirtió en una procesión de bicicletas en la que los llamados a ganar – incluidos los antiguos campeones y a excepción de un Iden que sufría y perdía todavía más tiempo hasta coronar a +3’41”rodaban en un pañuelo de poco más de medio minuto en los que por momentos el silencio varió por exhortaciones de un inusualmente Blummenfelt enfadado con el (in)cumplimiento del reglamento y la distancia ‘social’.

El descenso y posterior terreno más llano no cambió la dinámica en la que se sumergió el TOP10, pero sí la rueda que pautaba el compás y por ahí se asomaron Mathis Margirier o Ditlev. En cambio, el que en todo momento decidió correr protegido en la cola del grupo – a riesgo de ser sorprendido por algún ataque – fue Stornes, quien permaneció a la vera de Bitados o Simon Westermann.

Un parecer que no varió ni siquiera cuando pasado el KM50 la asociación ofensiva entre el francés y el danés a la que se sumó de forma todavía más vehemente Geens fue un hecho constatado y de efecto inmediato entre los diez primeros al producirse la primera fragmentación evidente y las diferencias amenazaron con irse hasta el minuto de distancia. Inmutables, la pareja noruega reaccionó y en menos de 10K solventaron la papeleta como aquel que aparentemente controla el compás como si del mejor director musical se tratase. Algo que no pudo hacer Bitados, el único en perder esa rueda de nueve.

Nada varió en el ascenso y bajada final y la carta de aspirantes al título quedó sentenciada. Lista para descifrarse en la carrera a pie. A sus espaldas, el resto quedó condenado a ver aumentada su desventaja, incluidos Høgenhaug, Thompson y el citado Iden que no tuvo el cuerpo de Kona y Bitados marcó la frontera entre los líderes y los demás a más de cuatro minutos.

GEENS Y EL ORO DEL MÁS LISTO DE LA CLASE


La carrera se empezó a decidir en la T2, en una transición fugaz para Bogen – quien salió primero – Blummenfelt y Riddle, que recordemos llegó a Marbella con problemas físicos que le impedían correr con normalidad. El más perjudicado en ese juego de velocidad, Stornes que se dejaba casi medio minuto en la maniobra del invisible cuarto deporte.

Ajeno a los inconvenientes de su compatriota, el ‘Toro’ que tomó la cabeza y llevó a Bogen al límite en eso trio que formaron hasta soltarlo. No obstante, pronto tuvo reemplazo y como un rayo apareció Schomburg en ese cambio de caras entre alemanes. Igualmente, raudo fue el intercambio entre Riddle y Geens, los siguientes en ceder y acceder a la cabeza. Fue la llegada del belga la que lo significó todo. El defensor del título no quiso respiros y pasado Torre Ancón en el KM4 únicamente Blummenfelt era capaz de seguir su paso. Por detrás, el TOP5 de Stornes ya los vio a más de medio minuto, aunque comparativamente era el que menos cedía en eso del min/km.

Sin embargo, los siguientes kilómetros se convirtieron en un tira y afloja entre ambos campeones en los que sus respectivas ráfagas ofensivas y contrarrestadas entre si fueron un respiro para Schomburg y Stornes cuyas diferencias quedaron estabilizadas. Algo de lo que los cuatro fueron conscientes en ese cruce propiciado en el espigón presidido por el Faro de Puerto Banús (8’9K) donde dieron la vuelta por parejas y distanciados por ese inamovible medio minuto.

La élite masculina había diseñado un final de infarto con todo abierto para la segunda y definitiva segunda vuelta del medio maratón en ese juego del gato y el ratón en el que Blummenfelt y Geens por la victoria y Schomburg y Stornes por el podio se habían enfrascado y donde una explosión o pájara inesperada podía abrir la puerta de par en par a una victoria o tercer lugar plácido, pero también a una lucha inesperada.

Lo intentó de nuevo el belga en la pequeña subida, pero esta vez Blummenfelt sabedor de su movimiento no le atrapó desprotegido, pero sí sirvió para doblar la ventaja con el dúo trasero que siguieron igualmente soldados uno al otro hasta que Stornes realizó su apuesta allá por el kilómetro 15 y cerró la puerta del TOP3 a Schomburg, reservando así el plato fuerte para el final: la lucha por el campeonato.

Un postrero 5K que comenzó con dialéctica entre el futuro campeón y subcampeón que llevó a una aproximación súbita de Stornes a medio minuto que aprovechaba el juego psicológico que gobernaba la cabeza y en el que Kristian cedía la responsabilidad a Jelle consciente o inconscientemente de los avances de su compatriota. Lo supiera o no, el Faro dio el parte de la situación y también abrió la puerta a la reacción y a las hostilidades.

LA LECCIÓN DE GEENS AL ‘TORO’

Unas que no se vivieron en forma de ataque desaforado, sino en tensión tan desatada interiormente como contenida en la expresión corporal. Porque se elevó el ritmo, subió el pulso, se olvidaron de Stornes y este de ellos, para tomar los últimos metros y las últimas curvas como motociclistas en los que saber leer cada una de ellas fue trascendental para el resultado final.

Y ahí, el más listo fue Jelle Geens (3:42:52) que como un ciclista que ha aprendido el kilómetro final como si de la palma de la mano se tratase supo acceder al encadenado final por la parte interior, cerrando la puerta al ‘toro’ y forzando a este a un trabajo extra excesivo e inasumible en estos niveles. El belga había ganado la partida.

JELLE AL OLIMPO SELECTO DEL BICAMPEONATO

Jelle Geens se llevó el Campeonato del Mundial Ironman 70.3 de Marbella con un final de infarto con el que proclamó la continuidad de su reinado con un bicampeonato que le pone a la altura de Michael Raelert, Sebastian Kienle y Gustav Iden como único hombres en firmar el doblete consecutivo.

PODIO DE CAL Y DE ARENA PARA BLUMMENFELT Y STORNES

Por su parte, Kristian Blummenfelt (3:42:55) demuestra con su plata en Marbella y bronce que tenía razón en aquello que iba a estar de vuelta, pero con el retorno más agridulce y con el campeonato de las Ironman Pro Series como premio de consolación. Más sabroso es el bronce de un Casper Stornes (3:43:52) cuyo Mundial Ironman y tercer puesto en España le llevan a sellar un año que traspasa lo soñado en sus mejores fantasías. Y del club de ‘Blu’ es un Jonas Schomburg que con su medalla de chocolate y lo sucedido en Kona confirma que ha llegado para quedarse en eso de la Media y Larga Distancia.

*Noticia en construcción