Sara Pérez Sala se ve obligada a abandonar en una carrera en la que fue protagonista y en la que Derron marca territorio en el día de su reaparición en la competición.
Su regreso estaba marcado en rojo y Julie Derron firmó el más de los triunfales retornos en T100 Dubái después de meses lesionada. La suiza se impuso en una carrera en la que supo aferrarse en el agua, liderar la bicicleta y dar una lección de táctica y fuerza en la carrera a pie para dejarle claro a Kate Waugh que su dominio dentro del circuito T100 no es absoluto, ni siquiera con la ausencia de los tótems de la élite femenina.
WAUGH Y PÉREZ SALA ‘CORTAN EL BACALAO’ EN EL AGUA
Era la señalada y Kate Waugh jugó sus cartas desde el principio aunque no acabasen en oro. La británica decidió no seguir al resto cuando sonó la bocina y crear una línea alternativa que nadie optó por copiar que le llevó sin el ajetreo, ni la lucha y golpes del resto a una primera posición que no compartió en soledad, pero si logró desde una tranquilidad que el resto no tuvo. Un doble movimiento, el de la masa y el de la solitaria igual de veloz que condujo a la ruptura del banco de triatletas en la primera de las boyas y fijó delante a las seis mejores nadadoras y candidatas del día: una Sara Pérez Sala que volvía a demostrar sus cualidades, Jess Learmonth, Taylor Spivey, Hollie Lawrence, Julie Derron y la propia Waugh.
Un grupo que volvió a escindirse en el segundo de los kilómetros cuando Sara, Kate, Jess y Taylor lograron marcharse y distanciar en más de diez segundos a su antiguada aliada Julie, a más de medio minuto a Georgia Taylor-Brown y Hollie y endosaron más de dos minutos y medio al resto.
UNA BICICLETA ‘EN PAZ’ Y UN TOP3 MÁS QUE CONSOLIDADO
Sobre la bicicleta las intenciones de cada una se pusieron casi inmediatamente boca arriba. En una acción esperada Jess Learmonth brindó una de sus particulares aventuras ciclistas, pero en esta ocasión, en lugar de verse únicamente acompañada por alguna de sus compatriotas como ha sucedido siempre, esta vez Waugh, su colega de viaje fue Derron, necesitada de dar un golpe sobre la mesa tras su ausencia prolongada, pero sobre todo, anhelante de dejar atrás los recuerdos de la caída sobre este mismo vehículo que le aparataron del pelotón.
Por detrás, Taylor-Brown, Lawrence y una Pérez Sala algo más distanciada se situaron como el terceto perseguidor a cuatro minutos de diferencia dejando fuera a Spivey y manteniendo a raya y sin abrirle la puerta a una mujer peligrosa como Perterer, quien recortó distancias hasta plantarse en ese punto a
Sin embargo, tras lo sucedido con la élite masculina, el momento más esperado y temido a la vez de la carrera fue la aproximación a la T2. Una transición que a diferencia de lo sucedido con sus homólogos esta vez no hubo dramas, ni sustos y Learmonth, Waugh y una fulgurante Derron cumplieron sin problemas con el trámite. Lo mismo sucedió con el resto de mujeres y con ellas se esfumó el miedo de una repetición del caos masculino.
DERRON IMPONE SU LEY SIN DAR OPCIÓN A RÉPLICA
Superado el primero de los dos momentos más estresantes e inesperados de la jornada, la carrera regresó a la programación habitual en la que se ha convertido la presencia de Waugh en ausencia de Charles-Barclay y la única incógnita era saber si Derron iba a ser capaz de dar la campanada tal y como ya hizo en T100 San Francisco.
No solo lo intentó, sino que la helvética lo logró. Valiéndose de su transición al puro estilo olímpico – frenética y sin necesidad de calzarse unos calcetines – hizo buenos esos diecisiete segundos con los que arrancó a correr y, al contrario de lo que pudiera pronosticar las estadísticas, y una ligera aproximación de la británica, Derron fue acrecentando progresivamente su renta con Waugh hasta consolidar una diferencia próxima a los cincuenta segundos en el ecuador de la prueba y con ella insuflarse una autoconfianza que le llevó directa al triunfo en el 9K restante. Sin fallos de cronometraje, ni GPS, ni señalización Julie Derron (3:27:50) celebró con su segunda victoria el retorno más esperado a la competición.
EL MÉRITO DE LEARMONTH
Tras ella, Kate Waugh (3:31:03) desprovista de cualquier ofensiva, se limitó a conservar su segunda posición delante de una Jess Learmonth (3:33:46) que sube al podio menos de una semana después de ser séptima en el Mundial Ironman 70.3., la mejor de la dobladoras, emulando lo logrado por Jonas Schomburg tras el Mundial Ironman de Niza en septiembre.
SIEMPRE SARA, HASTA CUANDO EL STOP SE PLANTA EN SU PUERTA
A espaldas del podio, Sara Pérez Sala había iniciado en sexto lugar la lucha por terminar lo más cerca posible del TOP3 de un 18K en el que hasta seis triatletas se vieron involucradas inicialmente por el mismo objetivo. En este particular royal rumble donde las diferencias fueron mínimas en ritmo y distancia, la catalana patrocinada por Inverse había cedido ante Perterer, Spivey y Lizzie Rayner, pero cuando el TOP10 todavía era posible su cuerpo dijo basta.
Un DNF no formal pero sí a la práctica (terminó penúltima a más de veinte minutos) que no hacía justicia a su protagonismo ni momento, pero tan real como lo es siempre el deporte de alto rendimiento en lo que era la tercera prueba en cuatro semanas para ella.








