Lo tenía todo para volver a brillar en casa. Tras su triunfo en Niza dos años atrás, Sam Laidlow llegaba al IRONMAN World Championship 2025 como uno de los grandes favoritos. Pero apenas había empezado la carrera cuando su sueño de repetir victoria parecía desvanecerse. Y aun así, el francés firmó una de las remontadas más emocionantes del día para terminar en quinta posición.
Un inicio inesperado: “No podía esperar a salir del agua”
Todo se torció en la primera mitad del segmento de natación. Laidlow se mantenía entre los diez primeros en el Mediterráneo, pero a mitad de recorrido, su cuerpo dijo basta. Un fuerte calambre en ambos flexores de la cadera le obligó a detenerse. El parón le costó dos minutos en el agua, que se ampliaron a más de tres en los primeros compases del ciclismo.
“La natación se me hizo eterna, no podía esperar a salir del agua”, confesó en la rueda de prensa posterior. “Estuve muy cerca de subirme al barco de asistencia. Fue el momento en que más cerca he estado de abandonar en esta carrera.”
Pero algo lo hizo seguir: “Me acordé de toda la gente que vino a verme, de mis primeros entrenadores, de amigos y familia. No podía permitirme rendirme delante de ellos. Gracias a ellos llegué a la meta.”
Una lucha contra sí mismo hasta la meta
Con más de tres minutos perdidos desde el inicio, Laidlow afrontó el resto del día con coraje. Aunque el podio se le escapó, firmó una actuación sólida para cruzar la meta en quinta posición, solo por detrás del histórico triplete noruego y del belga Marten Van Riel.
“Sabía lo que requería ganar un Mundial. En Roth y en Leeds hice grandes carreras, pero el nivel no era el de un Campeonato del Mundo”, reconocía. “Estos chicos (por los noruegos) han estado ganando todas las grandes pruebas, así que sabía que necesitaría algo muy especial para estar con ellos.”
Respeto a los rivales y mirada al futuro
Pese a no repetir victoria, Laidlow completó la carrera dos minutos y medio más rápido que cuando ganó en 2023. Su valoración final fue de respeto y admiración hacia los tres hombres del día: Casper Stornes, Gustav Iden y Kristian Blummenfelt.
“Han añadido un vagón más al tren noruego”, dijo con una sonrisa. “Han mejorado en bici, ya sabíamos que podían correr muy rápido, pero lo de hoy ha sido especial. Espero poder volver más fuerte.”