Lo que parecía ser una emocionante jornada de triatlón en el IRONMAN 70.3 Jönköping acabó convirtiéndose en uno de los finales más controvertidos de la temporada. La carrera femenina se resolvió en un espectacular sprint entre las alemanas Lena Meißner y Caroline Pohle, ambas situadas entre las 30 mejores del mundo. Sin embargo, la emoción del desenlace se vio rápidamente eclipsada por la polémica.

 

Sprint de infarto… y veredicto incierto

Las imágenes del final son escasas, pero lo que se pudo observar fue un sprint ajustadísimo, cuerpo a cuerpo, entre Meißner y Pohle, sin aparentes irregularidades a simple vista. Los jueces de la prueba, presentes en meta, otorgaron inicialmente la victoria a Lena Meißner. Sin embargo, el sistema de cronometraje oficial mostraba a Caroline Pohle como ganadora por unas fracciones de segundo, generando ya cierta confusión.

A esto se sumaron dos cuestiones clave: ¿existía una cámara de foto finish dedicada? ¿Estaba claramente marcada la línea de meta o solo existía una cinta? Preguntas que siguen sin respuesta clara y que avivaron la incertidumbre.

El giro: un protesto cambia el resultado

Horas después del final, la noticia estalló cuando la propia Meißner compartió en su cuenta de Instagram que ya no era la campeona de Europa:

“Subcampeona de Europa. Gracias por todos vuestros mensajes y apoyo. ¡Hoy lo di absolutamente todo! Después de que se aceptara un protesto… ya no soy la campeona de Europa. Honestamente… es devastador a nivel personal.”

El comentario generó una oleada de mensajes de apoyo, incluyendo palabras del conocido speaker Paul Kaye, que destacó la actitud de Meißner por subir al podio a pesar de las emociones del momento.

¿Qué ocurrió exactamente?

IRONMAN ofreció finalmente una explicación oficial:

Durante el IRONMAN 70.3 Jönköping European Championship se produjo un final de foto entre Lena Meißner y Caroline Pohle, en el que Meißner fue inicialmente declarada ganadora.
Tras la carrera, Pohle presentó un protesto oficial alegando que Meißner le bloqueó en los metros finales. El árbitro principal aceptó el protesto y convocó al Jurado de Competición para revisar las imágenes disponibles.
El jurado dictaminó que Meißner obstaculizó el avance de Pohle, por lo que el resultado fue modificado y se declaró ganadora a Pohle, relegando a Meißner al segundo lugar.
Al producirse en línea de meta, no se aplicó la penalización estándar de 30 segundos (tarjeta amarilla), ya que no afectaba a otras posiciones.”

¿Y ahora qué?

Según el reglamento, existe un plazo de tres días para apelar la decisión. Esto situaría el cierre del proceso el miércoles al mediodía. De momento, no se ha hecho pública ninguna apelación por parte del entorno de Meißner, aunque el debate sobre la legalidad, claridad y justicia del fallo sigue abierto en redes sociales y entre los aficionados al triatlón.

Lo que queda claro es que esta edición del IRONMAN 70.3 Jönköping será recordada no solo por el alto nivel deportivo, sino por una resolución que ha dejado más preguntas que certezas.