El británico realiza sus primeras declaraciones tras poner punto y final a su carrera y analiza sus últimos meses, su trayectoria y sus planes de futuro.
Ayer Alistair Brownlee sorprendía al comunicar su retirada de facto del triatlón profesional en una carrera que había terminado sin que el aficionado lo supiese el domingo en la Gran Final de T100 en Dubái.
DECISIÓN MUY MEDITADA
Repentina para el espectador, la decisión de Alistair ha sido de todo menos eso tal y como ahora revela. “Estuve bastante seguro todo el año de que este iba a ser mi último año de carreras, pero quería llegar al final del año y ver realmente cómo me sentía sin tomar una decisión precipitada”. Un parecer del que no se arrepiente “estoy 100% seguro”.
RETIRARSE ‘BIEN’ Y A SU ESTILO
“He estado haciendo durante mucho tiempo y hay muchas otras cosas en el deporte que quiero poder hacer. Quise retirarme en forma y saludable y no verme obligado a ello por lesiones y enfermedades” son algunos de los “muchos factores” que el británico ha alegado para decantarse por el retiro. Uno que llega mucho más tarde lo que hubiese imaginado “Si me hubieras preguntado hace diez años, jamás hubiese dicho que sería el tipo de persona que estaría compitiendo hasta los 36”.
Un ‘retirarse bien’ cuyo peso y deseo se nota en sus reflexiones. “No puedo hacer ni de lejos el entrenamiento que solía ser capaz de hacer. Así que también me costó estar en la línea de salida, sabiendo que no estaba preparado al nivel que me gustaría”.
De hecho, narra su rendición a la evidencia y su mentalidad en 2024 antes de una prueba. “Obviamente voy a correr tan duro como pueda y tratar de vencer a la gente, pero simplemente no tengo el motor y las herramientas para ganar carreras de esa manera”.
Una situación que colisionaba frontalmente con su filosofía de toda una vida “Construí una carrera sobre la base del espíritu de que estaba lo mejor preparado posible en la línea de salida y ya no podía hacer eso. Fue lo más frustrante”.
LA FRUSTRACIÓN DE BROWNLEE ANTE EL CICLO NATURAL DE SU RENDIMIENTO
“No había nada que disfrutar del estricto proceso de entrenamiento durante semanas y meses. Solo saber que tus días y vida es simple y enfocada a un fin. Echaré de menos estar muy en forma. Echaré de menos las carreras y esa sensación de cruzar las líneas de meta cuando has tenido una buena carrera, y saber que todo el trabajo que se ha hecho ha valido la pena. Echaré de menos a la gente” es la añoranza adelantada que espera vivir a partir de ahora. En el lado opuesto, las sesiones de natación y las lesiones.
“ME GUSTARÍA QUE MI LEGADO FUERA MUCHO MÁS GRANDE QUE LO DEPORTIVO”
Dieciocho años de una trayectoria que llega a su fin y de la que reconoce almacena miles de recuerdos, pero rescata el doble oro olímpico (2012 y 2016) como lo más destacado de la misma, “especialmente esa carrera en Londres”. Su nombre ya es pasado y Alistair le gustaría ser recordado como “Alguien que obviamente ganó muchas carreras y fue competitivo”.
Sin embargo, añade un matiz importante que trasciende las estadísticas. “Me gustaría que mi legado fuera mucho más grande que eso. Y esa es una de las muchas cosas en las que quiero trabajar. Creo mucho en la importancia del deporte en la vida de todos los niños pequeños quienes necesitan descubrir si les apasiona tan pronto como sea posible”.
“TENÍA MIEDO PATOLÓGICO AL DÍA DESPUÉS DE MI RETIRO”
Antes de llevar a cabo de ese cometido con distintas iniciativas como su fundación, Brownlee también se ha desnudado al hablar abiertamente sobre los temores del “día después”. “He estado planeando este día durante mucho tiempo. Siempre he tenido un miedo patológico de no tener nada que hacer y no quería despertarme la mañana siguiente de mi última carrera”.
INTENCIONES DE FUTURO Y LABOR EN EL DEPORTE BASE
“Me emociona hacer y mantenerme activo, seguir involucrado en el deporte. Tengo una lista de eventos que quería hacer, ya sean más carreras de grava, ultrarunning, carreras de ciclismo de resistencia, cosas de bicicleta de montaña, cualquier cosa que sea un tipo de desafío” es uno de los tres caminos entrecruzados en el horizonte de Brownlee. El segundo “Mantente involucrado en el triatlón y atar de guiarlo hacia una nueva área”.
El tercero y probablemente más importante su Fundación de la que se siente “orgulloso” y a la que le quiere destinar mucho más “tiempo y trabajo para seguir creciendo” mediante la cual trabajar de aproximación e impacto del deporte en los más pequeños desde un prisma abierto. “Estoy viendo a jóvenes que no han experimentado el deporte de esa manera antes. Puede ser divertido. Puede ser inclusivo. Puede ser competitivo, pero no tiene por qué serlo. Puede tratarse de participación”.