Hayden Wilde fue sancionado con 15 segundos no recoger el gorro de natación durante la transición.

Introducción


Este finde semana en la Gran Final de las Series Mundiales celebrado en Pontevedra pudimos ver una acción punible que afectó al triatleta neozelandés y uno de los principales favoritos al título Hayden Wilde

Tras completar el segmento de natación, a Hayden Wilde, en su recorrido hacia la T1, en una acción totalmente involuntaria, se le cayó el gorro de natación al suelo y no se paró para recogerlo. Una acción que, reglamento en mano, está sancionado con una penalización de 15” a cumplir en el box situado en la carrera a pie.

Reglamento


Si accedemos a la normativa de la World Triathlon en su artículo número 7, dentro del primer punto, en el apartado C, la tercera cláusula dice lo siguiente:

“Al final de la última transición, todos el material, independientemente de si se utilizan o no,deberán depositarse en el contenedor numerado correspondiente, con la siguiente excepciones:

  • zapatillas de bicicleta, que podrán permanecer fijas en los pedales;
  • otro equipo de bicicleta que no sea casco y gafas, si se colocan en la bicicleta”

Debate


Esta decisión, a pesar de no haber influido mucho en el resultado final, ha tenido un gran revuelo y ha puesto sobre la mesa el debate de hasta que punto el reglamento se debería ajustar o incluso interprepetar teniendo en cuenta los distintos escenarios que puede haber a lo largo de una competición. 

Durante la transmisión, pudimos escuchar a uno de nuestros mejores triatletas de corta distancia de la historia, Fernando Alarza, opinar sobre dicha acción mostrando su discrepancia y argumentando que fue una acción totalmente involuntaria. Además, él mismo puso el ejemplo de que lo mismo puede suceder sobre la bici si se te cae un bidón o incluso la nutrición que muchos triatletas llevan enganchados sobre la bici y que no acarrearía sanción alguna. 

Es verdad, que en la acción que tuvo como protagonista a Hayden Wilde, se pudo ver que, el triatleta neozelandés, consciente de que se le había caído el gorro, podría haberse detenido y recogerlo. En cambio, en el ejemplo que puso Fernando Alarza, la situación podría ser un tanto diferente ya que el detenerse y bajarse de la bici durante el segmento de natación puede poner en riesgo al propio ciclista o a los demás. 

Sea como fuese, una situación que ha puesto el debate sobre la mesa pero que, reglamento en mano, la actuación de los oficiales, fue correcta.