Descubre estos tres sencillos puntos para mejorar exponencialmente tu técnica de natación de la mano de ZONE3.
Hoy nos sumergimos de lleno en la piscina para desvelar los trucos de la técnica de natación. Porque, admitámoslo, no hay nada más gratificante que deslizarse como un delfín en la piscina. Y para lograrlo, necesitamos afinar al máximo nuestra técnica y sentir el agua como si fuera nuestro hábitat natural.
Análisis Inicial ¿Eres un Pez o un Pulpo?
Antes de sumergirnos en los ejercicios, hagamos un análisis rápido. ¿Eres un pez ágil o un pulpo descoordinado? Observa a otros nadadores, o mejor aún, pide a alguien que te grabe mientras nadas. ¿Tus movimientos son fluidos como el propio agua o más bien pareces un pollo desplumado? Identifica primero tus áreas de mejora para encontrar esos ejercicios que se ajusten. más a tus necesidades.
1. La Brazada Perfecta:
La brazada es el core de la natación así que a continuación veremos cómo debes moverlos. Aquí van algunos ejercicios clave:
- Nado con Puño Cerrado: Sí, suena raro, pero cerrar los puños te obliga a concentrarte en la tracción y la propulsión. Además, de este forma nos obligamos a prestar más atención a cómo nuestros antebrazos también se encargan de arrastrar agua.
- Trabajo de Punto Muerto: Imagina que hay un imán en tus manos. Al final de cada brazada, detente un instante antes de iniciar la siguiente. Esto mejorará tu coordinación y te hará sentir más ágil.
- Tocar con el dedo todo el costado pasando por la xxila: Este ejercicio te ayudará a mantener una línea recta y a evitar zigzagueos innecesarios llevando a la vez el famoso codo alto.
2. La Respiración:
La respiración es clave. Practica las respiraciones bilaterales, es decir, inhalar por un lado y por el otro evitando respirar siempre por el mismo lado. Esto equilibrará tu cuerpo y te dará una mayor resistencia. Además, no olvides girar la cabeza suavemente ya que no es necesario sacar completamente la cabeza para respirar.
3. El Toque Mágico:
¿Palas, aletas, pull buoys? Sí, estos elementos son como varitas mágicas para mejorar la técnica. Las palas permiten ganar fuerza en el agua, sentir más las zonas donde agarramos agua e incluso nos obligan a realizar correctamente el recorrido de la brazada. Las aletas te dan mayor estabilidad y permiten en ciertos ejercicios técnicos una ayuda extra. Por último, el pull ayuda a centrarnos más en los brazos al ejecutar la técnica o dar un respiro a las piernas si las tenemos muy cargadas de entrenamientos anteriores.
La técnica en la natación es como ese patito feo que a nadie le gusta, pero que sin ella estaremos avanzando mucho más lento, literal y metafóricamente, en nuestra mejora dentro del agua. No olvidéis que a antes de trabajar bien hay que afilar el hacha correctamente.