En esta segunda parte te damos más claves para que disfrutes del triatlón. Independientemente de tu nivel, acostumbrarte a algunos hábitos puede provocar consecuencias negativas para ti. ¡Evitémoslas!

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1. No debes planificar una rutina totalmente inflexible. Encontrar un equilibrio perfecto entre la natación, el ciclismo y la carrera a pie puede ser difícil. Y aún puede serlo más si le añadimos los entrenamientos ocasionales de fuerza, equilibrio, estiramientos o incluso yoga. No te agobies. Seguramente es una gran idea tener una rutina totalmente planificada, pero a veces inevitablemente hay que cambiarla.

No pasa nada si te saltas un simple día el entreno de series, o de ciclismo. Normalmente los grandes triunfos vienen dados por la capacidad de adaptar la planificación de entrenamientos  con tus horarios de la vida cotidiana.

2. No te pierdas los momentos reales de la vida. Entrenar para un triatlón requiere tiempo y dedicación, sea cual sea la distancia en la que compitas. Tu vida social quizá acabe a las 8 de la tarde cuando te vayas a la cama, cansadísimo de haber entrenado y trabajado todo el día.

Aún así, hay momentos que tendrían que ser prioritarios. Recuerda que el triatlón estará siempre. Pero la graduación de tu hijo será una vez en la vida. En 10 años seguramente no recuerdes el entrenamiento que hiciste, pero seguro que recordarás las primeras palabras de tu hijo, cuando le regalaste su primera bicicleta, o cuando fuiste a aquel concierto con tu pareja que te encantó.

3. No te olvides de los días de descanso y recuperación. Parece sencillo. La teoría dice que cuanto más entrenas, más rápido irás. Seguramente es cierto, pero los días de descanso también son necesarios,  la recuperación es imperante para mejorar. Así mantienes el cuerpo fresco y dejas que asimile el ejercicio. Planifícate tu rutina de entrenamientos, pero incluye la recuperación (nutrición, que ayuda a recuperar tu cuerpo correctamente, los estiramientos, o las bañeras de hielo, entre otros).

4. No intentes correr la prueba de otro. Intentar hacer una carrera por encima de tus posibilidades con otro participante puede ser frustraste. ¿Quieres un consejo? Déjale ir. Sabes hasta donde puedes llegar, lo que has entrenado y cómo te has planteado la prueba. Haz tu carrera y olvídate del resto. Disfruta. Si le sigues quizá pinches, en una prueba que podrías acabar y disfrutar de sobras.

5. No te olvides de DISFRUTAR. Al final del día, el triatlón es simplemente natación, ciclismo y carrera a pie (3 cosas que un niño de 5 años podría hacer). Aunque no estés divirtiéndote a medio triatlón, recuerda siempre la sensación que te queda cuando cruzas la línea de meta. Sonríe, saluda a tu familia y celébralo con tus amigos después. Pero sobretodo disfruta del camino. Una buena idea para hacerlo, es inscribiéndote a un club y entrenar con otras personas que tengan la misma pasión que tú, el triatlón. El triatlón tiene que hacerte vibrar, tiene que ser divertido, un juego al que quieras jugar. No te lo tomes tan a pecho y en serio  y disfruta.

Si no leísteis la primera parte la encontraréis AQUÍ.