Los triatletas denuncian practicas cuestionables por parte de los jueces del IRONMAN Frankfurt y se enzarzan en una discusión en redes sociales con las voces discordantes.
Braden Currie ha sido quien ha abierto la veda en sus redes sociales y, tras hacerlo una voz autorizada como la suya, otros compañeros le han secundado y destapado otros sucesos.
“LO DE LA T1 HA SIDO UN ESPECTÁCULO DE MIERDA”
El neozelandés centraba el foco de sus críticas en la sanción sufrida por no llevar bien puesto el dorsal en esa “línea imaginaria de los 100m aún de la T1”. Una primera transición que calificó como un “espectáculo de mierda” y donde acusó a los jueces de tener “el gatillo rápido”. Por ello fue sancionado con 1 minuto de penalización aunque asegura en una de sus respuestas que “No he roto ninguna regla oficial / euro o Ironman” pues su número “estaba donde tocaba, no en la bicicleta”.
“PARECE QUE SOLO QUERÍAN DETENER A LOS EXTRANJEROS EN LA T1” CURRIE RECIBE EL APOYO DE OTROS TRIATLETAS
Currie advertía en su post que no era el único damnificado “Uno de los chicos que iba delante de mí fue penalizado y después de la carrera me di cuenta de que a muchos otros también les ha había pasado”.
Uno de ellos era el brasileño Andre Lopes quien afiladamente comentaba “A mí me pasó lo mismo. Parece que sólo querían detener a los extranjeros en la T1 para una charla rápida”. Un uso de la ironía en el que implícitamente responsabiliza a IRONMAN Frankfurt de dar un trato de favor a los triatletas alemanes.
Otro de los que también decidía manifestarse era el estadounidense Dylan Gillespie “Nos dijeron que nos abrocháramos el casco antes de salir de la carpa… nada de que el dorsal tuviera que estar puesto. También me sorprendió y me perjudicó que me penalizaran por eso”.
HÜRZELER DENUNCIA OTRAS DECISIONES PREVIAS
Mientras que el suizo Samuel Hürzeler le brindaba su apoyo y comprensión antes de denunciar un hecho completamente diferente, pero a su parecer, igual de cuestionable. “Te entiendo. Tuve un problema similar con el juez principal antes de la carrera. Interpretó las normas relativas al cockpit diferente a como lo habían hecho los demás en carreras anteriores”.
Una desavenencia que tal y como se puede leer en su perfil acabó con Hürzeler teniendo que retirar una pieza crucial de su setup. Algo que derivó en un episodio “estresante y frustrante” y que el helvético no piensa dejar en anécdota “Tengo la intención de informar de esto también porque creo firmemente que no deberíamos tener que tolerar este tipo de arbitrariedad en el deporte, especialmente en IRONMAN”.
“SE NEGÓ A ESCUCHAR NUESTRA PROTESTA”
Lo del cockpit va a acabar en denuncia y lo del dorsal ya lo ha hecho sin éxito. Y es que Currie acusa a la organización de desentenderse de ellos después de que los afectados – tras consultar el reglamento IRONMAN, europeo y alemán – elevasen una protesta al tribunal “Se suponía que nuestra protesta sería escuchada por un jurado de 3 personas. Finalmente, sólo se presentó el jurado jefe y se negó a escuchar nuestra protesta.”
Un embrollo que ha acabado con una queja superior a la franquicia IRONMAN “Hemos pedido formalmente a Ironman que lo investigue”. Queda ver qué ocurre con ello y si la protesta tiene recorrido.
PALO AL STREAMING
Por cierto, Currie ha repartido para todos y también ha salpicado a los encargados de la emisión en directo “la retransmisión nunca cubre nada como esto (incidente)”.
“LO DEL DORSAL ES UNA NORMA BÁSICA”
Pero toda historia tiene dos versiones y de eso tampoco se libra IRONMAN Frankfurt. En este caso, es Ognjen Stojanović (quien defiende la actuación de los jueces, pues según recuerda la del dorsal es “es norma básica ponerlo en el sitio y no correr con él”. Y como el mismo explica no es un concionante para el computo final “yo «perdí» 10-15 segundos poniéndomelo a la vez que el casco”.
Además, el decimonoveno clasificado en IRONMAN Frankfurt desmiente las acusaciones de drifting “Un poco duro decir que 20 atletas estaban a 5 m de distancia todo el día, mientras que tenemos Race Ranger y jueces. Yo estuve en el primer grupo durante toda la primera vuelta y todo el mundo rodaba justo y adelantaba en el primer parpadeo rojo, pero en los últimos 30-40 km estuve en el segundo grupo y es cierto que estaban más «relajados» (pero nada parecido a 5 m)”.
Lo que sí secunda y reclama para terminar con las especulaciones es que IRONMAN y Race Ranger “publiquen los datos de todos los triatletas después de las carreras”.
EL COMUNICADO DE BRADEN CURRIE
Frankfurt tuvo 84 PRO’s en la línea de salida, todo un récord, y un listado de salida reflejo de lo que puede ser Kona.
Para mí, la clave de una buena actuación es nadar bien. Con más de 50 participantes en cada carrera, es una carnicería. En el quinto intento lo conseguí y terminé 5º en un grupo de 13 participantes.
Luego llegó la T1, que fue un espectáculo de mierda. Los jueces estaban con el gatillo fácil y decidieron sancionar si en una línea imaginaria de unos 100 metros de la bici, aunque fuese aún en la transición, no llevabas bien puesto el dorsal.
Uno de los chicos que iba delante de mí fue penalizado. Y después de la carrera me di cuenta de que a muchos otros competidores también les ha había pasado.
Sabía que mi mejor oportunidad para hacerlo bien en esta carrera era estar salir delante en la natación, luego permanecer con el grupo delantero en la bicicleta para rematar la faena con una carrera a pie sólida. Este es el escenario que contemplo en Kona. Tanto que ocho de los diez primeros clasificados estaban en el grupo de cabeza de la natación y la bicicleta.
A nadie le gusta poner excusas sobre su rendimiento. A mí tampoco. Pero después de la carrera revisamos el reglamento de IRONMAN, las reglas de la Federación Alemana de Triatlón y los guía del triatleta. También preguntamos personas que habían asistido al briefing a la sesión para ver si se cubría esta nueva norma específica.
Algunos de los que nos vimos afectados decidimos protestar y se suponía que nuestra protesta sería escuchada por un jurado de 3 personas. Finalmente, sólo se presentó el jurado jefe y se negó a escuchar nuestra protesta.
Hemos pedido formalmente a IRONMAN que lo investigue. Ahora me toca Kona.
