La catalana se alza con la victoria en tierras catalanas y logra el slot que le llevará el próximo año a competir por primera vez en Hawái.
Era un reto difícil, pero en estos momentos no hay nada que se le resista a Marta Sánchez, quien amparada en el pico de forma que le dejó el Mundial de Niza hace apenas dos semanas ha conseguido mucho más que su segundo triunfo en distancia Ironman, el billete a la Meca de la larga distancia. Algo que ha rozado Mikel Ugarte, quien a pesar de su anunciado de menos a más tendrá que esperar para sacar plaza para la cita por primera vez, aunque en su caso para Niza.
De esta forma, cuando apenas estamos a punto de dar carpetazo a la primera semana de octubre ya tenemos a una representante asegurada para el evento más importante de la temporada que viene. Algo, que como ambos nos habían remarcado en la previa de IM Calella-Barcelona, libera a Sánchez para organizar su calendario a su antojo sin la acuciante presión de una clasificación pendiente.
MARTA SÁNCHEZ NOS DEJA SIN PALABRAS
Sin embargo, en ninguno caso fue sencillo, aunque la de Marta Sánchez siempre fue sobre raíles. Su poderosa natación en comparación a la de sus rivales fue su gran aliada, tanto que le permitió gozar de una renta de más de cuatro minutos con su mayor e inmediata oponente, la neerlandesa Sarissa de Vries.
Un colchón suficiente para gestionarla sobre la bici. Un segmento donde la ventaja fluctuó constantemente y siempre favorablemente para De Vries. De cuatro a tres, de tres a dos y por momentos de dos a un minuto antes de que Sánchez imprimiera un punto más para estabilizarla entre los 2’ y 3’ y unos definitivos 2’22” con los que alcanzaron la T2.
No tardó en acrecentarla hasta más de los tres minutos, pero el panorama a la espalda de Marta pronto iba a cambiar. De Vries se retiraba poco después del primer 10K. Su adiós, daba protagonismo a una ascendente Sara Svenk que siempre había estado en tercer lugar, por delante de una Henrike Güber y Johanna Ahrens que a partir del ecuador donde intercambiaron lugares, iban a permanecer imperturbables en la tercera y cuarta posición hasta el final. La persecución de la sueca comenzaba a casi seis minutos y lograba reducirla hasta la mitad, pero una Sánchez siempre inteligente y calculadora supo regular una vez más su espacio para entrar triunfal en la meta de Calella.
UNA TEMPORADA DE ENSUEÑO, 15 DÍAS INSUPERABLES
Marta Sánchez ya es una bicampeona de pruebas Ironman y también puede decir que en menos de 365 días ha sido capaz de pasar al campo profesional, lograr slot para tres Mundiales y participar en uno de ellos, con otro a un mes vista y otro agendado a más de un año vista. Lo de la catalana no se explica con palabras, sino con hechos. Pucón, Sudáfrica y Barcelona; Taupo, Niza y Kona. Que no pare su magia.
MIKEL UGARTE RÉCORD SIN PREMIO
Harina de otro costal fue la prueba masculina, pero no se puede decir que no transcurriera tal y como el propio Mikel Ugarte había previsto en nuestra entrevista. Wilhelm Hirsch encabezó un sector acuático que se llevó a sus pies a Joshua Lewis, Jan Stratmann, Andrea Salvisberg oEmil Holm para definir el selecto quinteto que rodaría conjuntamente durante dos tercios de los 180 kilómetros de bicicleta, antes de que los dos últimos tuvieran que ceder y quedar en un limbo extremadamente cercano al del segundo grupo en el que trabajaba Ugarte.
El guipuzcoano, había sido el primero de los nuestros en salir del agua en decimosegunda posición a casi 3’ del liderato. Pero desde entonces, la distancia que no paró de crecer sobre las dos ruedas hasta bajarse en la T2 cerrando el TOP10 a 8’39”. La diferencia que le separaba de Niza.
THALMANN Y MAGNIAN PONEN EL RITMO Y LA CRUZ
En ese momento, Stratmann asumía el liderazgo sin vacilaciones, mientras que Hirsch se convertía en su sombra. Con esas dos posiciones bien definidas, de la tercera y deseada última plaza del podio – en manos de Joshua Lewis – a más allá del TOP10 se convertía en un baile de fichas sin dueño absoluto. Pronto se vio que el galés no iba a mantenerse ahí, a diferencia de un Sven Thalmann que se convertía en el primer gran animador a pie, hasta el punto de situarse en ese tercer lugar al paso de la media maratón. A partir de ahí, el francés Dylan Magnian cogía su testigo hasta rebasarle antes del kilómetro 33 a la par que se erigía en el hombre más rápido del día.
AL PALO, OTRA VEZ
Mientras tanto, Ugarte escalaba discreto, pero seguro hasta el TOP5. Sin embargo, el sueño del slot se esfumaba a la misma velocidad que corría el galo. No obstante, el de Oñati iba a protagonizar un ajustado final con Thalmann por la medalla de chocolate en el que se impuso agridulcemente, Mikel Ugarte. Eso sí, firmando por segundo Ironman consecutivo un sub’8H, y de nuevo con récord personal (7:37:55).
El guipuzcoano tendrá que seguir trabajando y peleando para estar en la start line de Niza.