La Gran Final del T100 Triathlon World Tour ha traído una de las imágenes más inesperadas e impactantes de la temporada, a Sam Long totalmente descompuesto anímicamente.

Fanfarrón, payaso o showman son algunos de los muchos adjetivos que más allá de su calidad puramente deportiva podrían definir para muchos al estadounidense. Sin embargo, esa fachada se ha venido abajo al concluir el curso y por una vez Sam Long ha roto esa coraza disfrazada de actitud arrolladora para mostrarse vulnerable.

NO TENGO NADA PARA DECIR


Lo ha hecho rodeado de Jan Frodeno o Sam Laidlow después de que Dubái dejase de ser una especie de tierra prometida, para convertirse en la última pesadilla del curso. Acabar décimo en los Emiratos Árabes Unidos y terminar sexto en la clasificación final del T100 Triathlon World Tour no entraba en la quiniela de un Long que todavía partía en la línea de salida con una posibilidad remota de hacerse con el título.

Hoy ha sido un día duro” eran las palabras del norteamericano. Una de las pocas. “A menudo tengo mucho que decir, pero hoy no tengo nada que decir” era la abatida respuesta de Long. El charlatán enmudecido, pero todavía reivindicativo de su rendimiento.

La gente no sabe qué duro es. Se necesita mucha fuerza para luchar así cada vez”.  Es el alegato del triatleta después de 11 prueba esta temporada – seis de ellas en T100 – y un curso que ha ido de más a menos, pero en el que como él mismo ha recalcado “nunca abandoné y a veces puede llegar a ser emocional”.

T100: ¿INJUSTA O FORMATO NO APTO PARA TODOS?


Más allá de eso, Long ha dejado una interesante reflexión sobre el desarrollo de T100 Triatlon World Tour y las posibilidades factibles o no de que un hombre con sus características pueda luchar por el campeonato poniendo como ejemplo lo ocurrido en Dubái donde completó su mejor natación del año respecto a la diferencia perdida respecto a sus rivales. “Ejecuté lo que era capaz de hacer, pero nadar así y la dinámica hace que sea muchas personas contra una, y es literalmente imposible. Creo que con el recorrido en el que estaba, lo hice tan bien como pude”.

Ver derrotado al siempre extrovertido “yo-yo-yo” es extraño, pero tras salvar los muebles de cara al contrato para 2025 y la mejora experimentada en el agua, seguro que vuelve renovado en el futuro para tratar de adaptarse.