Consciente de que estoy preparando un triatlón sprint y no un triatlón de media o larga distancia, ello no quita que vaya a dar lo mejor de mi en cada entreno y en el día a día. La actitud marca el camino y en esto ando muy segura. Pero, para dar todo lo mejor, primero quiero tener claro que doy los pasos en la dirección correcta. Y en la medida adecuada. Y, de hecho, esa es la cuestión que me pregunto hoy: ¿Cómo puedo preparar correctamente mi primer reto en triatlón?
Tengo dudas, pero la principal es saber qué me puede aportar el asesoramiento de un entrenador y cómo se refleja en el rendimiento. Pero también me pregunto si bastaría con seguir unas pautas generales. Me paro a pensar y decido salir de dudas. Y la mejor manera es ponerme en contacto con un profesional del sector: Ivet Farriols, Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEFC) y Técnica Superior de Triatlón. Además de la experiencia y de los conocimientos teóricos, Ivet conoce a la perfección la puesta en escena de los consejos y de los entrenamientos puesto que es triatleta … ¡Y de qué nivel!
Lo primero que me aclara es que la salud está por encima de todo. Me explica que el asesoramiento de un entrenador tiene en cuenta varias aristas, como la técnica, el rendimiento o el volumen de entrenamiento, pero sobre todo, éste “es imprescindible para asegurar la salud del triatleta, con más razón si no se tienen conocimientos muy profundos sobre entrenamiento”.
Importante son también todos los detalles y factores que tiene en cuenta el entrenador en el momento 1 del proceso, previo a la elaboración de un plan totalmente individualizado para nosotros. Que se ajuste como un guante a nuestro día a día y a nuestros objetivos, pero sin olvidar de dónde venimos. Así, es determinante que conozca “las lesiones anteriores por las que se ha pasado, así como el historial deportivo, la edad, el sexo y el tiempo y material del que se dispone. Tener constancia de las capacidades individuales es muy beneficioso también”.
Ivet responde también a otra de mis dudas. En los casos en que se domine más una de las modalidades por encima de las demás, en las que nos estamos iniciando o llevamos poco tiempo, lo que se pretende es “valorar el nivel técnico actual y físico, para centrarnos directamente en mantener o mejorar el rendimiento físico, sin hacer tanto hincapié en la técnica”.
Una vez nos ponemos en manos de un entrenador, podemos confiar en que va a trabajar para que la conjunción de entrenamientos y descanso sea “la planificación adecuada acorde con los objetivos de rendimiento y competiciones” y que asegura 100% la salud. En caso de que decidiéramos avanzar en solitario, por nuestra cuenta, podríamos poner en riesgo la salud si no controlamos demasiado y entrenamos sin “adaptar bien las sesiones a las necesidades individuales, ni al tiempo y material disponible”. Con el apoyo del entrenador se busca, básicamente, “mejorar de forma más eficaz”, es decir, lo que vendría siendo el “menos es más” o “calidad antes que cantidad”. Pero se puede ir más allá ya que el asesoramiento me permite también “aprender de forma correcta y concreta detalles sobre el entrenamiento y sobre el mismo deporte” que nos harán crecer y avanzar como triatleta.
Foto: saulramirez.es