La alemana y su entrenador Philipp Seipp desgranan en qué consiste su último stage pre Niza en St. Moritz.

Tras comprobar en T100 Londres que sigue como una de las favoritas a la corona mundial, a pesar de perder un bidón con su nutrición, Laura Philipps se ha puesto en Niza Modo On después de un pequeño pero necesario descanso.

EL TÍTULO DE NIZA PASA POR ST MORITZ


Con la primera parte de la temporada en el bolsillo y un único objetivo en el horizonte, la alemana confiesa que la expectación por Niza es “enorme y feliz afirma que “por fin” se puede centrar en un entrenamiento específico para distancia IRONMAN, denegado el resto del año.

Para ello, Philipp y su entrenador han optado por un bloque “super intensivo” de cuatro semanas principalmente en altitud en St. Moritz, en el que según su entrenador y gracias a su buen hacer hasta hora, les permite dedicar su tiempo exclusivamente a “cosas técnicas, analizar el metabolismo y modificar otros aspectos más pequeños”.

¿EN QUÉ CONSISTE EL BLOQUE EN ALTITUD?


Según cuenta Laura significa entrar en el rango de ritmo de carrera IRONMAN y ejecutar intervalos más largos “aunque no tan duros” tanto sobre la bicicleta como en la carrera a pie. Además de una intensificación en el número de puertos ascendidos con la “cabra” para subir, pero también bajar lo mejor posible en el recorrido del Mundial. Pero tal y como señala, se trata de sesiones elegidas con sumo cuidado y únicamente pensadas para “afinar la forma de cara al punto culminante de la temporada. Nunca antes o después. Asimismo, la alemana confirma que también ha trabajo el aspecto mental y ha realizado análisis audiovisual del recorrido.

EL RETO DE LA NATACIÓN EN ALTURA


Ciclismo, carrera a pie y natación en altura. Sin embargo, la preparación del segmento acuático representa el gran desafío en St. Moritz tal y como explica Seipp debido al “estímulo respiratorio extremo” que representa el agua a esas alturas. Por ello, pulir la natación centrará los esfuerzos de Philipp una vez bajen del Valle de la Engadina.

32.5H: DUREZA Y CAPACIDAD MENTAL PARA SOPORTARLO


Todo esto se traduce en término numéricos en semanas de trabajo de unas 32,5H y en lo físico en los primeros entrenamientos realmente “duros” y “al límite” del año. Tanto que Philipp admite que algunos días ha llegado a pensar “no puedo más” y reconoce que debido al cansancio acumulado la última y tercera sesión del día es especialmente complicada de afrontar.

Es por eso, que la fortaleza mental se convierte en un pilar fundamental y para la que fuera tercera en Kona en 2023, valorar que esta es la “fase que realmente cuenta” y  asumir que estar haciendo “un entrenamiento de calor y altitud al mismo tiempo” con los que espera estar realmente en forma para Niza son dos de los pensamientos con los que se motiva en esos instantes de zozobra.

EL TRABAJO DE SEIPP EN ST MORITZ Y PREVIO AL MUNDIAL


Mientras Philipp padece los estragos pre Niza, al otro lado también lo hace el “culpable” de esos entrenos, su coach Philipp Seipp, cuya labora se erige en una figura todavía más trascendental en estos instantes.

Más allá de su labor habitual, de cara al Mundial su objetivo en St Moritz ha sido “intentar no dejar que el consumo de energía sea demasiado alto y tratar de que Laura no se exceda en su gusto por hacer intervalos en el límite superior. Limitarlos para que estos se desarrollen con la potencia y energía adecuada”.  Una situación que como reconoce estuvo a punto de producirse en la primera semana. Ya en casa y justo antes de Niza, analizará los valores metabólicos obtenidos en Suiza para adecuar el ritmo en la cita gala.

NIZA YA ESTÁ AQUÍ


Con más de la mitad del bloque realizado, ahora Philipp pondrá de nuevo rumbo a su casa para un “breve descanso”, antes de que a diez días del Mundial la alemana volará a Niza con el objetivo de “entrenar en el recorrido y acostumbrarme a las temperaturas”.

Porque sí, efectivamente estamos a tres semanas de coronar a una nueva campeona mundial, la primera en tierras galas.