Los 176 corredores que cada año toman la salida de la ronda gala se encargan de, año tras año, pedalear a medias de más de 40km/h durante el total de 3470km que dura el Tour de Francia

A falta de un día para que se de inicio al esperado Tour 2020, los equipos se encuentran ya en Niza para tomar la salida de la que va a ser la 107º edición de la carrera ciclista más importante del mundo.

Una prueba que cuenta consigo, la historia del ciclismo moderno, donde las mejoras en material y en cuidado para el deportista y su entrenamiento, han hecho que los corredores sean cada vez más potentes y por lo tanto, ofrezcan un espectáculo mayor.

¿Y eso qué implica? Pues casi sin quererlo, una mayor velocidad media, que año tras año, parece aumentar aunque el reinado de este registro, siga perteneciendo a una leyenda del ciclismo (para bien y para mal).

Ni más ni menos que Lance Armstrong, con más de 41,65 km/h, ha sido el corredor que más rápido ha cubierto las 21 etapas hasta llegar a los Campos Elíseos de París.

Evidentemente, el trabajo de campo de Álvaro Molinos, que ha recogido información desde 1902, no tiene en cuenta los metros de desnivel ni la distancia total, que influyen directamente sobre el resultado, aunque la tecnología también sigue mejorando cada año, con lo que lo normal sería que los próximos ganadores superen la media del de Texas.

Sin embargo, si comparamos la edición más rápida (2005 y 41,65 km/h) con la última (2019 y 40,57km/h de media), la primera de ellas tuvo una distancia total de 3607 kilómetros y esta última, de 3365km, con lo que sorprende la diferencia de velocidad que llegó a marcar Lance junto a su equipo, hace ya 15 años.