Son muchos los consejos nutricionales que nos llegan y muchas las tendencias. En este artículo resumimos conceptos básicos, tal vez elementales para muchos de los veteranos pero claves si arrancas con esto del triatlón.

La natación, el ciclismo y el atletismo son deportes que, en conjunto, involucra a todo el cuerpo y la intensidad dependerá de los objetivos que tengamos. Pero, sean entrenamientos largos como explosivos, estas disciplinas requieren de unas necesidades nutricionales para que el cuerpo rinda a la perfección.

A menudo no le damos importancia suficiente a la alimentación ni a la hidratación… y son dos aspectos que se entrelazan junto con el rendimiento en las sesiones y en la recuperación posterior. Son la gasolina para el cuerpo y la compensación energética y nutricional posterior.

Como punto de partida, la alimentación de un triatleta “no sólo debe nutrir las células del organismo para que éste se desarrolle y mantenga, sino que, además, debe cubrir el gasto derivado del esfuerzo extra”. Es por este motivo que se plantea como un elemento fundamental en el día a día del nadador o deportista, junto con la consecución de los entrenamientos.

HIDRATACIÓN

El sudor es constante durante la carrera a pie o en ciclismo, pero a su vez es el amigo invisible en la natación. Y por ello, aún cuesta más concienciarse de la importancia de una buena hidratación mientras se practica este deporte.  Éste no es más “que una forma de perder agua para equilibrar la temperatura corporal. La cantidad de agua que se llega a perder puede ser lo suficientemente importante como para llegar a la deshidratación si no se actúa correctamente.

Por tanto, la reposición de líquidos debe ser una de las principales preocupaciones de los preparadores físicos y de los deportistas”. La hidratación idónea y recomendada pasa por incorporar sales y minerales en el agua y el resto de electrolitos.

ALIMENTACIÓN

Además de seguir un estilo de vida saludable, en la medida de lo posible, un triatleta debe tener en cuenta varios aspectos que influyen en su adecuada alimentación: “la duración de la prueba, la intensidad con la que se practica y las condiciones climáticas externas (temperatura y humedad)”.

Aunque los carbohidratos sean vitales para la actividad diaria de los triatletas, puesto que dan la energía para entrenar, las proteínas juegan un papel crucial también en la alimentación. De hecho, “la deficiencia de proteínas en la dieta del deportista puede provocar una disminución de la capacidad de resistencia mental y corporal; o pérdida o desgaste muscular”.

Esto son sólo consejos básicos para llevar una buena alimentación durante la práctica deportiva. Como decimos,  “no basta con conocer la relación entre alimentos y nutrientes, el siguiente paso es saber elegir y saber combinar”, con el objetivo de sacar el máximo rendimiento a tu alimentación.

EN COMPETICIÓN

Para los días clave, la alimentación debe programarse lo mejor posible, con tal de ingerir los alimentos que sabemos que nos sentarán bien. Así pues, a la hora de escoger la comida previa, tendremos en cuenta “la digestibilidad y tolerancia personal, con objeto de conseguir que el estómago llegue a la meta”.

Como recomendaciones básicas se pueden destacar “la eliminación de los alimentos grasos y  la reducción de la cantidad de proteínas”. Asimismo,  se aumentará “el número de comidas y reducirá la cantidad en cada una de ellas”. Para después de la prueba, es importante que se cuide igualmente la ingesta de alimentos. La recuperación será clave y, en gran medida, irá guiada por la alimentación que se siga.

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