Marcel Zamora lo probó en 2014 por primera vez y quedó tan alucinado que decidió repetir en 2015 y 2016. Y si puede, volverá. Tres participaciones y tres victorias para el catalán. Pero esto es lo de menos ya que, cuando uno corre Oravaman, el resultado casi parece secundario.
Este cada vez más conocido triatlón ha estado años alejado de los focos. Y aunque sigue siendo poco famoso, cada vez atrae más triatletas venidos de fuera. Deportistas que quieren quedar atrapados por la magia de Oravaman. La magia son sus circuitos, su dureza y su buena organización y trato humano. Pero sobre todo son sus paisajes.
La prueba consta de 2 kilómetros de natación, 90 de ciclismo (con 2.300 metros de desnivel) y 21 de carrera a pie (con 1.000 de desnivel) y tiene su epicentro en la pintoresca localidad de Zuberec, en Eslovaquia.
Os dejamos algunas imágenes de la edición 2016 que hablan por si solas. ORAVAMAN. Apuntadlo bien.
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Fotos: José Luis Hourcade
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