Desventajas
Un añadido al running outdoor
Muchas personas prefieren esta opción gracias a la comodidad que implica alcanzar alta resistencia en el mismo lugar. Igual que correr en cinta no es lo mismo que correr al aire libre, tampoco podemos permitir que la cinta se convierta en un sustitutivo del running outdoor, Entrenar sobre la cinta, a pesar de su comodidad, es solo un complemento más de nuestros entrenamientos. Debemos ver esta oportunidad como una solución, ya sea por falta de tiempo o por las condiciones meteorológicas, pero nunca como un reemplazo.
Los agentes externos (resistencia al viento, cambios de terreno, luz) son elementos que solo podemos enfrentarnos fuera de un gimnasio, y que son esenciales de experimentar y controlar antes de apuntarnos a una carrera. Además, en una cinta, también modificamos la zancada, el movimiento de los brazos e incluso los músculos que trabajamos. Por tanto, correr en cinta tan solo es ese añadido perfecto que nos ayudará a complementar nuestro running outdoor.
Un entrenamiento muy monótono
La monotonía una desventaja obvia: a pesar de la variedad de juegos y modos de entrenamiento que suelen ofrecer las cintas de correr hoy en día, la mayoría de los corredores no suelen entretenerse de la misma forma que en el aire libre. El hecho de estar en un espacio cerrado y sin ver una meta en el horizonte puede llegar a ser mucho más desesperante. Los estímulos visuales y la variedad de paisaje ayudan a motivar al atleta.
Un precio más elevado
Otra desventaja para tener en cuenta es que, las buenas cintas de correr -como las que se encuentran en la mayoría de los gimnasios- son muy caras y cuestan varios miles de euros. Si no puedes permitirte comprar tu propia cinta de correr, acabarás recibiendo una cuota por entrenar en el gimnasio. Por ello, muchos deportistas prefieren ahorrar y practicar solo en el aire libre, ya que no supone ningún coste.
Ventajas
Seguridad para el corredor
Esta ventaja está especialmente dirigida a las mujeres corredoras: en los meses de invierno, los días oscurecen más pronto y no es muy seguro caminar en la oscuridad. Para aquellas quienes extrañan la sensación de libertad y seguridad al aire libre que ofrecen los meses de primavera y verano, correr en la cinta es una buena oportunidad para completar tu plan de entrenamiento.
Contra las alergias
Otra ventaja que supone la cinta al aire libre es para aquellas personas más alérgicas. Evitar la carga de polen en un espacio cerrado siempre será más cómodo que forzar tu organismo a correr al aire libre en plena primavera. Sin duda alguna, la cinta de correr ofrece un “punto de escape” para quienes padecen alergias ambientales.
Misma climatología, misma temperatura
Incluso en verano, puede ser una ventaja pasar a la cinta de correr durante los períodos de más calor. Cuando la temperatura es extremadamente elevada, nuestro cuerpo empieza a bajar el ritmo como medida de seguridad. Existe el riesgo de colapso y agotamiento por el calor debido a una deshidratación severa, o incluso a causa de un golpe de calor a raíz de una deshidratación como respuesta un aumento de la temperatura corporal a más de 41 ° C.
Controla la velocidad y terreno a tu gusto
Independientemente del clima, los intervalos y el entrenamiento de velocidad son más fáciles de realizar en una cinta. La constancia de la velocidad ofrece una gran ventaja en el interior. Además, la fuerza mental aquí arriba también se entrena de forma secundaria: luchar contra la tentación de presionar un botón de apagado al mínimo esfuerzo es un hecho que todos los corredores de cinta tenemos que aprender a controlar.
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